Amaral publica 'Pájaros en la cabeza' con 14 canciones llenas de nostalgia y pasión

Pájaros en la cabeza, el cuarto disco del dúo Amaral que ayer salió a la venta, es el disco más esperado de Eva Amaral y Juan Aguirre. Ha sido grabado en Londres bajo la producción de Cameron Jenkins y cuenta con 14 canciones que aspiran a lo más difícil: revalidar el éxito de un grupo que con su anterior álbum, Estrella de mar, logró todo tipo de premios y reconocimientos, además de vender un millón de copias en todo el mundo.

La pareja recibe a los medios de comunicación en un ultramoderno nuevo hotel en Madrid y, a pesar de que Eva tiene 40º de fiebre, ambos han decidido no retrasar la promoción del disco. Para Juan, la de la promoción "es la parte que ahora más nos cuesta a los dos: no tener tiempo para ver a los medios con los que antes podías hablar sin prisas". Eva apostilla: "Esto es todo como muy acelerado y quieres hacer las cosas bien".

Sin embargo, el grupo se ha tirado una larga y tranquila temporada en Londres para culminar el disco, alejándose de la presión que se le supone a un grupo multivendedor como el suyo. Eva ironiza: "Hombre, me alegro de que me hagas esa pregunta, porque todo el mundo nos dice 'estáis presionadísimos', y no, para nada. Quizá sea la vez que más tranquilos estamos". Juan abunda: "Vamos a imaginar que hemos sentido esa presión, porque si no, vamos a parecer superhéroes. Sin embargo, cuando coges la guitarra, si la canción no tiene una melodía que te emociona, entonces ya puedes sentir presión o no, que no vas para adelante. Cuando teníamos algo que decir, cuando las canciones nos convencían a nosotros y nos comunicaban cosas, hemos ido para adelante".

Carga ecologista

Las canciones son, pues, el elemento fuerte que el grupo cultiva. Canciones que reflejan de nuevo ese universo poético y dulcemente melancólico de amor y desamor, de juventud y nostalgia, de música sincera y de letras con pasión. El universo sobre mí, Esta madrugada o Enamorada pertenecen a esta categoría. Pero el grupo no elude también cierta responsabilidad social en canciones como la magistral En el río, tema de enorme carga ecologista. Dice Eva: "Creo que estamos destruyendo el planeta y a nosotros mismos. No es algo abstracto, ni tan exótico como el efecto invernadero. Es que, cada día más, le gente se muere de cáncer a nuestro alrededor. Ya no se trata de no dejarle algo a nuestros nietos, sino a nuestros hijos. De aquí a 50 años, igual que se acaba el petróleo, se va a acabar la vida".

En Pájaros en la cabeza se aprecia un enorme gusto por las melodías, pero también por la inmediatez y frescura de la música de finales de los setenta y principios de los ochenta. Según Juan, no les asusta "el concepto de canciones directas porque la música que nos gusta -pop, rock and roll o música de baile- tiene melodías que te pillan a la primera. Queríamos hacer un disco que la gente pudiera disfrutar, como Eva y yo hemos disfrutado de muchas canciones de Elvis Costello, los Jam o los Clash. Es un disco de impulsos".

Destaca también No soy como tú, tema que cierra el disco y en el que han invitado al cantaor Enrique Morente. Al respecto, Juan explica: "Esa canción la empezamos a escribir en el 92 y se acabó unos meses antes de grabarla. Es como una película de ciencia-ficción que transcurriera en el 2046. Lo que sucede es que en algunos países no es tan ciencia-ficción. Se la enviamos a Morente porque la canción tenía drama para que Enrique, que es muy dramático, hiciera algo". Y Eva apunta: "Si la gente pudiese escuchar solo la pista de su voz y viera lo que hace con ella, fliparía igual que flipamos nosotros. Y lo más fuerte es que se le ocurrió allí, en el estudio".