Fin de curso para Gabi
El medio del Getafe sufre rotura del ligamento interno de la rodilla izquierda por la entrada de Gravesen y estará tres meses de baja
"Si la lesión es grave, sería un precio demasiado caro a pagar por la victoria conseguida". Menos de 24 horas después de la brusca entrada de Gravesen a Gabi, con el Getafe ganando por 2-0 al Madrid, un parte médico de la clínica Fremap, de Majadahonda, confirmó los peores presagios de Quique Flores. El centrocampista cedido por el Atlético, que aceptó el envite de jugar en el modesto club del sur de Madrid, tiene roto el ligamento interior de la rodilla izquierda y estará de baja tres meses.
Gravesen le pidió perdón, pero insistió en que la suya fue una "entrada normal". "No fue con intención, pero ni siquiera es seguro que tenga la culpa de su lesión. Quizás cayó de mala forma", expresaba el día anterior al Ekstra Bladet, un diario de su país. Vista la gravedad de la acción, el internacional danés reconoció ayer que "fue dura": "Siento terriblemente que Gabi se haya lesionado. Tan sólo puedo decir que lo siento. Quiero ganar partidos, pero no lesionar a nadie".
Furioso por la entrada, Manuel García Quilón, representante del internacional sub 21, recriminó a Gravesen al término del encuentro. "No fue a ofrecerle sus disculpas a un jugador al que había lesionado", espetó con indignación ante los micrófonos. El pivote nórdico no entendió ni una de las palabras que la noche del domingo le profería Quilón, al contrario que Roberto Carlos, que a punto estuvo de llegar a las manos con el también agente de Fernando Torres.
La ausencia de Gabi para lo que resta de campaña trastoca de lleno los esquemas tácticos del Getafe. El medio, que ya había mostrado su interés por su vuelta inmediata al estadio Calderón, era uno de los indiscutibles en los planes de Flores.
Gabriel Fernández (Madrid, 21 años) se había fogueado este curso en Primera en 26 ocasiones -con el Atlético disputó seis partidos el pasado- y marcó dos goles al Deportivo y el Albacete. "Si no es el mejor, es uno de los mejores", asevera el técnico.
Los mismos elogios corren al revés. "A Quique [Flores] tengo que agradecerle su confianza porque yo quería demostrarme tanto a mí como al Atlético que valía para jugar en Primera", decía el futbolista de San Nicasio en los días previos al choque con el Madrid. Además, el modelo ofensivo del Getafe le venía que ni pintado. "Se nota que Quique ha jugado al fútbol", repetía.
Sus ganas de aprender se truncaron el domingo por una entrada de Gravesen. "Intentamos jugar el balón lo que sabemos o lo que podemos. Unas veces sale bien y otras no. Pero lo que no me pueden reprochar es que no lo doy todo en el campo", explicaba. Sabía que la victoria pasaba por atar la medular blanca: "Tenemos que secar a Guti y Gravesen". El danés le secó hasta la próxima temporada.
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