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Reportaje:

El 'municipio' 180 de la región

La urbanización Ciudad de Santo Domingo quiere llamarse, si logra segregarse de Algete, Santo Domingo de Entrerríos

Oriol Güell

Santo Domingo Entrerríos es el nombre que los vecinos de Ciudad Santo Domingo, una urbanización formada por grandes viviendas unifamiliares que se venden a un millón de euros, han elegido para el municipio que desean constituir segregándose de Algete. Sería el número 180 en la región y ocuparía las 702 hectáreas que Algete tiene comprendidas entre los ríos Jarama y Guadalix. El casco urbano y la urbanización están a 14 kilómetros por carretera y a casi tres en línea recta a traves de colinas, cultivos, ríos y rastrojos.

Pero si ninguna separación es fácil, aún lo es menos cuando está en juego una quinta parte del término municipal de Algete (parte de él urbanizable), un 18% de su población, millones de euros en los presupuestos municipales y el equilibrio en la zona entre los dos grandes partidos de la región, PP y PSOE.

Los vecinos aseguran que utilizarán energías renovables cuando exista el nuevo municipio

Las cartas ya están sobre la mesa. La comunidad Ciudad Santo Domingo inició hace un año el proceso de segregación. Elaboró un minucioso informe, lujosamente encuadernado en siete tomos de tapas verdes. "Analiza la situación de Algete y Santo Domingo, la compara con otros municipios de la región y tiene en cuenta todas las variables geográficas, demográficas, económicas, urbanísticas y medioambientales", asegura Agustín Tejedor, presidente de Ciudad Santo Domingo. La iniciativa contó con el apoyo del 98% de los miembros de la asamblea vecinal y obtuvo holgadamente las firmas necesarias según la ley, un 30% de los vecinos censados.

"Tenemos los argumentos más sólidos: la legitimidad de los vecinos y las conclusiones del informe, que dicen que Santo Domingo y Algete serán por separado dos municipios viables y saneados", añade Miguel Graña, miembro de la comisión de segregación de Santo Domingo.

La ley establece que el proyecto de secesión debe ser llevado al pleno del municipio del que se quiere segregar. Algete rechazó sus conclusiones.

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"Santo Domingo no es viable de ninguna de las formas. Todo su tejido productivo son dos centros comerciales y cuatro tiendas. ¿Dónde creen que van con eso?", afirma Jesús Herrera, alcalde del PSOE de Algete. "El informe no ha tenido en cuenta nada: ni la escasez de ingresos, ni los gastos de personal que deberían afrontar, como funcionarios, arquitecto y secretario municipales, policía local, etcétera. Tampoco las inversiones, porque por mucho que digan, Santo Domingo está como hace 30 años en canalizaciones y tendido eléctrico y sin agua potable", añade Herrera.

El rechazo de Algete no es vinculante y ahora es el Gobierno regional, que inició el procedimiento en noviembre de 2004, quien debe tomar una decisión en el mismo mes de este año.

Mientras, las dos partes insisten en sus argumentos. "Algete está a 14 kilómetros por carretera. Aquí nadie va a Algete para comprar o hacer vida social. ¿Qué sentido tiene seguir así?", se pregunta Agustín Tejedor.

"Los servicios que ofrece Algete a Santo Domingo son pésimos. Pagamos de nuestro bolsillo la seguridad privada porque aquí no viene la policía local y hasta hace tres años también la recogida de basuras o el asfaltado de las calles. Ahora dicen que no seríamos viables, cuando lo hemos sido sin su ayuda durante treinta años", añade Graña.

Los orígenes de Santo Domingo se remontan a los primeros años setenta, cuando un grupo de ingenieros de caminos (profesión cuyo patrón es Santo Domingo de la Calzada) se instalaron en la zona.

En el futuro, Santo Domingo quiere convertirse en "una ciudad de la inteligencia", afirma Graña. "Queremos un municipio con entre 10.000 y 15.000 personas, viable económicamente, que rehúya de la especulación del ladrillo y que mantenga el modelo urbanístico actual, con edificios de poca altura", continúa.

"Las energías renovables serán nuestra principal fuente, con transportes públicos respetuosos con el medio ambiente y las riberas de los ríos regeneradas. También haremos de Santo Domingo un polo de atracción para centros de investigación limpia y puntera. Lo podemos lograr gracias a los conocimientos, relaciones y experiencia profesional de muchos vecinos", concluye.

Jesús Herrera, alcalde de Algete, no comprende cómo casan estos proyectos idílicos con la situación actual. "Santo Domingo estuvo dejado de la mano de Dios hasta que yo llegué a la alcaldía, hace seis años. No ha sido hasta ahora que hemos empezado a arreglar la situación y va y nos piden la secesión", exclama el alcalde.

Gobernado por el PP hasta 1999, en Algete funciona desde entonces un acuerdo de gobierno entre el PSOE e IU. Santo Domingo, en cambio, vota en más de un 80% al PP. "Si no pensáramos en el bien de todos los vecinos, para el PSOE lo mejor sería la segregación, porque el PP pasaría a ser marginal en Algete", afirma Jesús Herrera.

En Santo Domingo admiten un hecho que les molesta. Hace 20 años, cuando Algete tenía 7.000 vecinos, los más de 2.000 votos de la urbanización contaban mucho en el gobierno municipal. Hoy, con casi 20.000 habitantes, los mismos votos casi no pesan. La difícil papeleta del PP en este asunto quedó clara en el pleno que rechazó la segregación. Seis ediles populares se abstuvieron y dos (uno de ellos del partido coaligado Unión Santo Domingo) votaron a favor.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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