De las cuatro grapas a Internet
Existen revistas universitarias de toda clase y condición. Y para todo presupuesto; Editar La bahía de los cocos, por ejemplo, cuesta 80 euros para una tirada de 600 ejemplares. El proceso de producción es simple: Se imprime un ejemplar, tamaño cuartilla, y se lleva a la imprenta, donde lo fotocopian y le ponen grapas.
El sistema, indica Federico Ripamonti, uno de los tres coordinadores, tiene sus ventajas. Permite publicar casi un número al mes, periodicidad insólita para un mercado acostumbrado a las entregas semestrales.
La bahía fue fundada hace dos años por alumnos de Filosofía y de Historia del Arte y tiene unas 14 páginas. Se reparte por las facultades de Blasco Ibáñez y abarca "todos los campos de la creación". Poesía; relatos; ensayos; dibujos y, últimamente, composiciones musicales. En la contraportada se lee: "Arte es vida, por ello, cualquier expresión vital es arte".
El fanzine incluye desde hace poco un detalle. Los números se impregnan con aroma de coco. "Para darle más contenido incluyendo el aspecto olfativo", explica Ripamonti.
En el otro extremo puede encontrarse Nou Ilion, revista del Campus de Tarongers. Del soporte en papel -unas 50 páginas y portada en color- decidieron pasar al digital y hoy puede consultarse en la dirección de Internet www.nouilion.com.
Tiene apartados dedicados a las interioridades de las facultades de Derecho y Economía; dedicado a empleo -con artículos del tipo La guía del futuro opositor-, y otros de temas culturales; entretenimiento; entrevistas... Entre sus "socios de honor" están el consejero Portavoz, Esteban González Pons, y el eurodiputado Jaime Mayor Oreja.
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