Chaves quiere tener el Estatuto a final de año y convocar el referéndum con las locales de 2007

El Estatuto andaluz puede ser el primero en llegar al Congreso de los Diputados si la crisis política catalana no se solventa. Aunque no hay un calendario fijado para la tramitación parlamentaria del nuevo texto, el presidente de la Junta, el socialista Manuel Chaves, quiere que el Parlamento de Andalucía apruebe el Estatuto a finales de este año o principios de 2006 para su inmediata remisión a la Cámara Baja, donde su tramitación consumiría unos seis meses. Una de las hipótesis con la que trabaja el Gobierno es celebrar el referéndum de aprobación del nuevo Estatuto junto con las elecciones municipales de 2007.

Los socialistas andaluces no van a retrasar ni a ralentizar la redacción del Estatuto por la crisis política en Cataluña, donde los trabajos de la ponencia están más avanzados. No hay fecha de entrada del nuevo Estatut en las Cortes, aunque es previsible que no esté antes de las elecciones gallegas, previstas para el otoño.

La teoría de las traineras esbozada por el secretario federal de Política Autonómica del PSOE, Alfonso Perales, no se va a aplicar en Andalucía. Según este dirigente, "en el proceso de reformas estatutarias se sigue la conocida estrategia de las traineras, que caminan juntas teniendo en cuenta los avances que se puedan introducir en otras comunidades para llegar a los mismos límites". Perales matizó luego estas declaraciones y negó que propusiera demorar la reforma andaluza.

La hipótesis de que si el Estatuto andaluz es el primero luego puede verse desbordado por otras reformas, singularmente la catalana, ha sido objeto de análisis por parte de los socialistas, pero sin crear preocupación. Las ideas en el PSOE andaluz están mucho más claras que hace unos meses, cuando imperaba la opinión de que había que mirar por el rabillo del ojo los trabajos del Parlamento de Cataluña ante el supuesto temor de que Andalucía se quedara atrás.

Grupo asesor

El grupo asesor creado por el PSOE con el encargo de "inventar" un nuevo Estatuto con el único límite de la Constitución ha ayudado a disipar estas dudas y las propuestas que están elaborando las 25 personas que lo integran, divididos en cinco comisiones, llevan a los socialistas a decir que van a "aspirar al máximo".

Chaves, por otro lado, no está de acuerdo en que las reformas estatutarias fuercen de manera unilateral cambios en el sistema de financiación autonómica ni a imponer a través del nuevo Estatuto la delegación o cesión de competencias estatales. "No vamos a seguir esa línea si se plantea por parte de Cataluña", afirman desde el Gobierno.

Los socialistas mantienen su compromiso, acordado con el resto de los grupos, de tener un primer borrador del Estatuto en el mes de junio y creen que es posible que el Parlamento apruebe el nuevo texto a final de año o, como mucho, a principios de 2006, según fuentes próximas a Chaves, cuyo principal reto de la legislatura es sacar adelante el Estatuto.

En este contexto, el ritmo de los trabajos dependerá de la capacidad de los cuatro grupos parlamentarios de llegar a un entendimiento en el que la mayor duda al respecto la plantea la actitud que pueda mantener el PP.

La formación que lidera Javier Arenas, que no tiene escaño andaluz, se ha autoexcluido de los dos grandes acuerdos -impulso democrático y reforma del Reglamento- alcanzados por PSOE, IU y PA en el primer año de legislatura y para los socialistas la trayectoria que va a seguir el PP "es un melón sin catar". Los socialistas quieren el consenso con el principal partido de la oposición, pero también han advertido que sin el PP es posible sacar adelante la reforma en el Parlamento, dado que ésta requiere el apoyo de tres quintos (65 diputados) de la Cámara. Los 61 diputados socialistas, los seis de IU y los cinco del PA superan esa mayoría cualificada.

Una vez aprobado el proyecto de ley por el Parlamento, el Estatuto pasará al Congreso de los Diputados, donde se tramitará en una ponencia mixta por espacio de seis meses, según los cálculos del Gobierno andaluz.

El siguiente paso es su aprobación por las Cortes Generales mediante ley orgánica y, finalmente, el referéndum positivo de los andaluces. Según los mecanismos de reforma del propio Estatuto, en esa ley orgánica se establecerá el plazo dentro del cual el Gobierno central deberá autorizar la convocatoria de la consulta.

Una de las hipótesis que manejan los socialistas es que el referéndum se puede celebrar conjuntamente con las elecciones municipales de 2007, fijadas para el último domingo del mes de mayo. De esta forma conjurarían uno de los principales temores de todos los partidos de que el nuevo Estatuto concite poco apoyo ciudadano y se produzca una alta abstención. De salir adelante esta tesis, la consulta se celebraría a seis meses de la disolución del Parlamento andaluz para las elecciones de 2008.