Miles de personas acudieron ayer al Bosque de los Ausentes

Una vez retiradas las gradas y los signos de la ceremonia oficial celebrada horas antes, miles de personas llegadas de todos los rincones de la Comunidad de Madrid aprovecharon el día de ayer para rendir su homenaje a las víctimas del 11-M. Fue en el Bosque de los Ausentes, el monumento levantado en su memoria en el parque del Retiro.

El bosque es un pequeño espacio verde en el que hay 192 cipreses y olivos, rodeado por un riachuelo, que ha quedado instalado junto a las canchas deportivas del Retiro. Paseando por el lugar, todavía huele a abono.

Familias enteras, personas solas, algún extranjero y también algún pariente de los que murieron el 11-M pasaron ayer por el Bosque los Ausentes. Y, a pesar del gran gentío, un profundo silencio inundaba el lugar, sólo roto por algún sollozo no contenido.

Hubo quien se acercó hasta allí con algún recuerdo en la mano. De un árbol colgaba una medalla ganada en alguna competición deportiva y de un seto una foto. Recuerdos de los que no están, homenaje de los que les añoran.

"Somos vecinos del Pozo", explicaba una mujer, acompañada de su marido. "No hemos perdido a nadie, pero hemos querido venir hasta aquí para recordar a tanta gente del barrio que murió en el 11-M", añadió refugiada en sus gafas de sol para que las lágrimas no le traicionaran.