Dudas y vídeos

Esta pieza llega a Madrid después de haber sido bien aceptada en el Teatro de La Bastille de París y un estreno en Estrasburgo en 2004. La obra es parte de un ciclo a largo plazo, más cercano a los fenómenos de la performance clásica que a la danza de búsqueda propiamente dicha. Mesa no elude su origen formativo, y así titula su quehacer, porque la artista vuelve a estar en un movedizo terreno de indagaciones. De entrada se intenta la participación del público buscando el efecto de la lluvia con los aplausos que se graban. Ese autoregistro (herencia de los creadores minimalistas, luego todos vemos los vídeos) se vuelve autocomplacencia, aleja al espectador con un resultado críptico.

Son tres personajes dudosos que dudan, escarbando en el humor recurrente y dibujando un espacio de meditación y provocación. Olga Mesa se mueve con oficio y dignidad; los otros dos hacen payasadas insufribles. Hubo risas juveniles y bastante enfado adulto, que se concretaron en numerosas deserciones y en una cierta chanza final que nada tiene que ver con los serios e enjundiosos propósitos de la autora y es importante ya que estuviera el aforo a rebosar.