El pastor de Arcos condenado sólo tendrá que ir a prisión para dormir

El pastor arcense Gregorio Laureano Pérez, condenado a ocho meses de prisión por el robo de una decena de gallinas, disfruta desde ayer del tercer grado penitenciario en un centro de internamiento de Jerez, con libertad vigilada entre las 6.30 y las 22.00 horas. El permiso le ha sido concedido por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, a propuesta del director de la cárcel Puerto II.

Instituciones Penitenciarias aseguró que la concesión del tercer grado atiende a razones humanitarias y al hecho de que la condena ha sido pequeña y por un delito que no provoca alarma social. El juez ordenó la pena de cárcel por considerar al pastor culpable de dos delitos, el primero de daños en propiedad privada, porque sus ovejas entraron en una finca, por lo que fue multado con 1.500 euros, que no pagó al declararse insolvente; y el segundo, por el robo de diez gallinas.

El responsable de la cárcel de El Puerto precisó que, antes de poder acceder a su nuevo régimen, el pastor firmó un compromiso de pago de la responsabilidad civil derivada del delito que cometió aunque, según el director de le cárcel, Antonio de Diego, el juez aún no ha fijado la cuantía.

A su salida, hacia las 13.00 horas de ayer de la prisión, Gregorio Laureano manifestó su agradecimiento a los miembros del SOC, que han desarrollado una campaña contra la "desproporcionada" condena impuesta por el juez de Arcos que emitió la sentencia y a los compañeros, funcionarios y responsables de la cárcel portuense, "que se han portado muy bien y no se como voy a poder compensarles".

El pastor reconoció que "dentro lo he pasado fatal, porque para el que nunca ha estado ahí, verse en esta situación, a mi edad, es muy duro". Laureano, que cumplió 45 años el pasado domingo en la prisión, dijo que "no he matado a nadie para que me hagan lo que me han hecho" y aseguró que ha quedado "arruinado".

Por su parte, el secretario general del SOC, Diego Cañamero, afirmó ayer que con el tercer grado se "palia la injusticia cometida por los jueces, que además se han negado a colaborar en la solución del caso". Cañamero agregó que lo "lamentable es que este hombre ha ido a la cárcel por ser un simple pastor que no tiene nada, ni abogado ni dinero".