Los trabajadores de la tabaquera Altadis planean movilizaciones contra el cierre

El comité de empresa de la fábrica de tabaco Altadis en Tarragona, la ex Tabacalera Española, planea reanudar las movilizaciones contra el plan industrial que la empresa presentó en el año 2003 y que representa el cierre de las plantas de Cádiz, Sevilla y Tarragona y la reducción de plantilla en dos centros de trabajo más. Los trabajadores de Tarragona exigen la colaboración de la Administración del Estado, de la Generalitat y del Ayuntamiento de la ciudad para alcanzar un acuerdo que se asemeje al conseguido en Andalucía, donde el Gobierno autónomo ha prestado ayuda económica a la empresa para retrasar el cierre de las plantas de Sevilla y Cádiz, lo cual facilitará que más trabajadores puedan acogerse al plan de jubilaciones anticipadas.

Altadis anunció en 2003 que pretende trasladar a su factoría de Logroño a 175 de los 250 empleados que trabajan en las instalaciones de Tarragona, y, según los trabajadores, tan sólo el 20% de ellos podrá prejubilarse.

Prejubilaciones

Mario Rigau, secretario general de la UGT en Tarragona, instó a las administraciones a mostrar la misma "voluntad política" que la Junta de Andalucía para alcanzar un acuerdo con la empresa que permita mejorar las condiciones que ofrece en la actualidad a los empleados para que dejen la empresa. A juicio de Rigau, una opción válida sería la de pactar que las prejubilaciones de los trabajadores pudieran producirse a partir de los 50 años, recolocar al resto de empleados en empresas de Cataluña y posponer el cierre de la factoría tarraconense hasta el año 2007.

El plan industrial de Altadis, sociedad que incrementó el pasado año sus beneficios en un 41%, de acuerdo con datos aportados por el comité de empresa, prevé clausurar la histórica fábrica de Tarragona el próximo mes de agosto. Tanto el sindicato UGT como CC OO lamentan la nula predisposición de la dirección de la empresa para negociar. La delegada de CC OO en el comité de empresa, Ana Guasch, sostiene la teoría de que "se tiene que sacar el problema otra vez a la calle", en alusión directa a un más que probable nuevo calendario de movilizaciones. Este calendario de nuevos actos de presión lo podrían decidir los trabajadores en la asamblea que se celebrará el próximo viernes.

Además de las movilizaciones, el sindicato UGT pretenden vincular la negociación del cierre de la planta de Tarragona con otra operación abierta: el futuro de las instalaciones, catalogadas como de interés cultural, ya que forman parte del patrimonio industrial de principios del siglo XX, y que el Ayuntamiento pretende que se conviertan en sede del museo arqueológico de la ciudad.