Moscú sueña con el desquite de 1980

El sueño de Rusia es que Moscú viva en 2012 unos Juegos Olímpicos verdaderos y no truncados como los de 1980, cuando, por motivos políticos, Estados Unidos y otros países los boicotearon. Las autoridades deportivas y municipales reconocen que no será fácil que la ciudad sea seleccionada, pero están decididas a la lucha por el desquite y creen contar con todo lo necesario para la victoria.

Para empezar, el 67% de las instalaciones necesarias ya están construidas. Eso sí, habrá que remozar muchas. Este proceso de modernización está en curso en varias y todos los trabajos habrán terminado en 2010. Se utilizarían 99: 33 para las competiciones y 66 para los entrenamientos. Las nuevas costarán 711,5 millones de dólares -la mayoría, a cargo del sector privado- y las remodelaciones 567,4. Además, habrá cuatro de carácter temporal, como las de béisbol, por 29,8.

Los eventos principales se desarrollarían en el estadio Luzhnikí, ex Lenin. En él se celebrarían las ceremonias de apertura y clausura, se crearía el parque olímpico y se realizarían las competiciones de natación, atletismo y otras. Se calcula que diariamente acudirían entre 122.000 y 136.000 espectadores a ver el atletismo. El Luzhnikí está en un lugar pintoresco, junto al río Moscova, en el suroeste de la ciudad, muy céntrico y espacioso, y sigue siendo el más grande de Moscú, un cinco estrellas en la calificación internacional. Se clausuraría el mercadillo colindante para facilitar el acceso. Ahora mismo está compitiendo por la final de la Liga de Campeones de 2006.

Cabe destacar también el complejo de Krilátskoye, construido para los Juegos de 1980 y utilizado intensamente en los últimos años, por lo que necesitaría algunas mejoras. Además de las instalaciones antiguas, como el canal de remo y las pistas de ciclismo, hay otras nuevas, como el centro de patinaje, cuya construcción finalizó en septiembre y donde se acaban de celebrar los Campeonatos del Mundo. Otra a construir es el del tenis, denominado Juan Antonio Samaranch, en la zona del puerto fluvial, que entrará en funcionamiento en 2007. Y en Túshino se levantarán instalaciones para la gimnasia, el tiro y otras.

Se invertirían menos de diez minutos para llegar desde el Parque Olímpico a la Villa, donde se alojarían unas 20.000 personas, y al área de la Prensa, unas 17.000, en la zona del malecón de Shelepija. Además, se organizaría una flotilla, en cuyos barquitos este trayecto sería solo de cinco minutos. El centro de prensa estará muy bien ubicado: a 10 minutos del Parque. Más o menos lo mismo toma ir desde Krilátskoye, donde se desarrollarían el ciclismo y otros deportes, al Parque ya sea por el río o por carretera. Habría líneas olímpicas utilizadas sólo por los deportistas y las delegaciones. Las redes viales que han entrado en servicio últimamente -el llamado tercer anillo- y la construcción del cuarto anillo contribuirán a aliviar el problema del tráfico.

Actualmente, hay 167 hoteles en un radio de 50 kilómetros y se construirán otros 150. La capacidad actual es de 39.000 camas y habrá otras 30.800. En cualquier caso, Moscú dispondría de muchas más de las 17.400 que el COI estima necesarias.

La Villa para la prensa es un proyecto comercial en una zona muy hermosa. Las viviendas serían vendidas a los moscovitas antes de los Juegos, pero las recibirían después; es decir, un proyecto similar al de Barcelona 92.

Lo más importante para mejorar el medio ambiente es sacar las fábricas. Su demolición ya ha comenzado y en su lugar se levantarán zonas residenciales. Cerca de medio millar dejará de funcionar en los próximos años. Además, está el programa de descontaminación del río, que ya ha dado resultados. También se introducirán normas para disminuir la contaminación causada por los automóviles.

Las autoridades son conscientes de la amenaza terrorista, pero afirman que Moscú tiene experiencia en garantizar la seguridad durante las grandes competiciones o los festivales.