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Crónica:FÚTBOL | 27ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Victoria milenaria

El Atlético, en un brillante partido de Antonio López, golea al Sevilla y obtiene un triunfo histórico, el número 1.000

Algunos entrenadores, cuando pierden, aplican el siguiente argumento para explicar el resultado: "Ellos han aprovechado sus ocasiones y nosotros no". Eso es lo que sucedió ayer, en la primera mitad, en el Vicente Calderón y así lo expuso Joaquín Caparrós, el técnico del Sevilla, en la sala de prensa. El Atlético acertó cada vez que se aproximó a Esteban y el conjunto andaluz no. Pero también valdrían otros análisis igual de categóricos: "Ellos tenían a Antonio López y nosotros no"; "su 9 es Fernando Torres y el nuestro Aranda"; "ellos se defienden ante las jugadas a balón parado correctamente y nosotros de manera delirante"; "ellos estaban más o menos ordenados y nosotros éramos un equipo caótico". Donde pone "ellos" léase Atlético. Donde figura "nosotros" sustitúyase por Sevilla.

ATLÉTICO 3 - SEVILLA 0

Atlético:Leo Franco; Velasco, Pablo, García Calvo, Sergi; Gronkjaer, Colsa, Luccin (Sosa, m. 73), A. López; F. Torres (Braulio, m. 86) y Salva.

Sevilla:Esteban; S. Ramos, J. Navarro, Alfaro, David; Jordi (Casquero, m. 46), Renato; Darío Silva, Baptista, Jesuli (López, m. 73); y Aranda (Kepa, m. 55).

Goles:1-0. M. 15. Salva remata en plancha un centro de Antonio López. 2-0. M. 38. Torres fusila solo tras un saque de falta de Antonio López. 3-0. M. 42. Antonio López controla un saque de puerta de Leo Franco, se hace un autopase y marca de chilena.

Árbitro:Moreno Delgado. Amonestó a Salva, García Calvo, Gronkjaer, Sergi, Jordi y Ramos. Expulsó a Salva por doble amarilla (m. 78).

Unos 30.000 espectadores en el Calderón

El Atlético, en su estadio, aunque a veces no juegue muy bien, es capaz de seguir con los dedos los renglones del partido sin perderse. Una presión por aquí, un pase en profundidad por allá, una correcta tela de malla para entorpecer a los medios contrarios, una pared por esa banda para ganar la línea de pase. Ayer, además de jugar de manera aplicada, el equipo rojiblanco se encontró con que todos los planetas se conjugaban exactamente como deben. Y como casi nunca lo hacen. Por ejemplo, si Antonio López es capaz de poner unos centros excelentes al área, resulta que no hay nadie para rematarlos. Pues ayer sí. El primer gol fue un espectacular cabezazo en plancha de Salva.

El ariete mostró su mejor cara. La única buena: la del rematador capaz de aclarar espacios a Torres y de ver por el retrovisor a quien se incorpore al ataque para jugar con inteligencia de espaldas. Es la primera vez en toda la temporada. El Calderón premió la labor del delantero cambiando los habituales pitos por aplausos. Se los merecía.

Para explicar el segundo tanto -y ese número ya es de una opulencia extraordinaria en el Manzanares- también hay que citar a Antonio López. El lateral, con una de las mejores zurdas del campeonato, sacó una falta lejana y escorada con una rosca al punto de penalti. Los defensas del Sevilla, muy pillos, corrieron al oír golpear el balón hacia el área contraria. La idea era dejar en fuera de juego a los atacantes rojiblancos. Pero uno de ellos, el lateral Sergio Ramos, oyó el disparo que indicaba la salida tarde. Torres se quedó solo y marcó. Sólo se habían disputado algo más de 30 minutos de partido. Insólito.

El tercer gol no es que necesite de Antonio López para entenderse, es que fue solo obra de López. Obra de arte. Un golazo de chilena voluntaria, forzada, astuta. Leo Franco sacó de portería, el lateral paró con el pecho, dio un ligero toque con la derecha para evitar a Esteban y recogió su rechace con un salto de espaldas a la portería.

El Sevilla, además de no marcar sus oportunidades, tampoco hacía nada. Darío Silva se enredaba en una banda. Baptista quedó engullido por Colsa. Renato y Jordi se dedicaban al pase corto horizontal y nada mejoró con la salida de Casquero y los laterales sevillistas, Ramos y David, estaban más atentos a las subidas de López y de Gronkjaer que a aportar sumandos para desarbolar la defensa del Atlético.

Y los rojiblancos, tan contentos. Con Luccin, recuperado de su envaramiento, de sus dolores cervicales, de su lesión de abductores, de su inacabable malestar producido por una boca destrozada, con tres muelas carcomidas, jugando, tocando, cambiando el balón de banda a banda.

Caparrós decidió, al poco de comenzar la segunda parte, quitar a su delantero centro, Aranda, un tanque, por Kepa, el máximo goleador de la Segunda B y nuevo por los campos de Primera. El Sevilla atacó con desorden y el Atlético, que cada día parece más convencido de las virtudes del contraataque, volvió a llevar más peligro. Sólo que la fortuna con el gol había caducado en los primeros 45 minutos. Torres se resbaló en el área después de ignorar a un Gronkjaer, que corría en paralelo a él, completamente desmarcado.

El equipo de Caparrós tuvo su mejor oportunidad en un centro llovido al segundo palo que tocó en la pantorrilla de Velasco y se quedó muerto. También, al poco de comenzar el choque, en un disparo desde el punto de penalti que Baptista lanzó raso y fuera junto al palo. Jordi probó desde lejos la determinación, mucha, de Leo Franco y ahí se puso el cierre a la producción ofensiva sevillista. Es curioso, pero el conjunto andaluz, que atacó con muy poca claridad, tampoco se defendió como se le supone, con fiereza, al borde del reglamento. Aunque, eso sí, los delanteros rojiblancos se quejaron de dos codazos, uno de cada central: Javi Navarro y Pablo Alfaro.

Salva celebra su gol, el primer tanto rojiblanco, mientras Colsa ríe.
Salva celebra su gol, el primer tanto rojiblanco, mientras Colsa ríe.MANUEL ESCALERA

"Intensidad, ganas y coraje"

Joaquín Caparrós, el técnico del Sevilla, se ciñó al manual del buen entrenador cuando alabó la eficacia ante la portería de su rival: "Llegaron en tres o cuatro ocasiones y materializaron tres". César Ferrando, su par en el Atlético, concedió que su equipo sólo había tenido "cuatro ocasiones", pero apostilló: "Ellos, menos".

Además de referirse al acierto rival, Caparrós decidió también repartir la cuota de responsabilidad con sus defensas: "No hemos estado bien en la zaga. Sus llegadas han sido errores nuestros". Eso sí, regresó al libro blanco del preparador para recordar: "El fallo no ha estado sólo en la defensa, también en todo el equipo. La falta no habría que haberla hecho, tendríamos que habernos defendido más adelante...", declaró sobre la asombrosa manera de practicar el fuera de juego de los suyos en el tanto de Torres. Al fin, concedió que su equipo no había jugado bien y que el Atlético había "ganado bien".

Para Ferrando, la expulsión de Salva fue injusta porque "no tocó al rival", su equipo solventó "bien" las bajas de Perea e Ibagaza, tuvo el control del juego" y fue "ordenado y compensado". También habló de "intensidad", "ganas" y "coraje". Todas ellas virtudes que permitieron al Atlético conseguir una goleada y su triunfo número 1.000 en Primera y, además, "merecerlo".

Una cifra que sólo superan el Madrid (1.311), el Barcelona (1.246) y el Athletic (1.029). El resto de equipos, salvo el Valencia (975), aún tardarán algunos años en conseguirlo (el Espanyol es el siguiente en la lista con 796). El actual capitán del equipo, Aguilera, ha participado en 109 de esos triunfos. El que más ha contribuido en toda la historia a ellos fue Adelardo, con 196.

En el apartado estadístico cuenta también que Torres marcó su gol número 15 del campeonato. Ha marcado seis goles en los últimos seis encuentros y casi el 50% del total de los que ha anotado el conjunto del Manzanares en toda la temporada.

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