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Columna
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Floreros

El PP-A está cada vez peor. A menos de una semana de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora les niega el pan y la sal. De nuevo da las espaldas a todo el planteamiento social dirigido a lograr la plena integración de la mujer en todos los ámbitos. Da igual que Europa, España y Andalucía, apuesten sin parar en su legislación para conseguir un mayor nivel de protección de la mujer en todos los sectores, y que una forma de lograrlo sea mediante su incorporación a cargos de responsabilidad.

Pues no. El PP-A de Almería, en unión del GIAL, a través de su concejala de Igualdad que, para más inri es mujer y se llama Rosario, dice: No. Que fuera una moción, como la que han planteado la oposición del PSOE-A en el Ayuntamiento de Almería, dirigida a los gobiernos de la nación y andaluz, para que las mujeres participen en los ámbitos de toma de decisiones y en la elección de cargos públicos en condiciones paritarias con el hombre. En fin, como sigue Rosario, que eso sería considerar a las mujeres floreros. Afirmación, donde las haya, que muestra el desprecio más absoluto hacia todo un pensamiento que quiere dejar atrás un tiempo en el que por muchos se consideraba a las mujeres eran floreros y, si era con el tiesto quebrado y en casa, mejor.

No extraña, pues, que, con estos mimbres, el efecto Arenas para Andalucía sea el que han dado las encuestas. Un partido, cuyo presidente en Andalucía, se disipa sin parar en cuestiones menores y cobija a quienes no quieren que las mujeres alcancen cuotas de paridad en lugar de hacer y devolver, como canta María Dolores Pradera, el rosario con su madre o con su padre, es normal que tenga la imagen que reflejan los datos de las encuestas. También que el tiempo siga colocando a cada uno, y a cada una, en su sitio. Lo triste es que los mismos de siempre siguen en su r que r, en posición de su verdad, que es la mentira, negándose a reconocer que ya han pasado los tiempos en los que las palabras no sirven para esconder el pensamiento de floreros de la política que permanecen y quieren permanecer a costa de todo y de todas y, lo que es peor, a costa de los mismos que dicen representar. Claro que, a lo peor, es verdad y los representan pues, si no, se entiende poco que Rajoy no haya cambiado, ni haya intentado cambiar, sus mentores en Andalucía.

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