Thierry Breton, un empresario estrella en el Ministerio de Finanzas francés

El empresario estrella de Francia, Thierry Breton, tomó ayer posesión como ministro de Economía, Finanzas e Industria, en sustitución del dimitido Hervé Gaymard, con el reto pendiente de reducir el déficit público para ajustarse al 3% que fija el Pacto de Estabilidad, mantener el crecimiento de la economía al menos en un 2,5% -el nivel del pasado ejercicio- y reducir los impuestos tal y como han prometido una y otra vez tanto el presidente, Jacques Chirac, como el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin.

La primera tarea de Breton, sin embargo, será la de recuperar para el Ejecutivo la credibilidad y el prestigio político que Gaymard dilapidó ocupando una vivienda de 14.000 euros mensuales a costa del erario público y mintiendo después sobre las dimensiones de su patrimonio inmobiliario.

Breton, de 50 años, ingeniero de formación, escritor de novelas de ciencia-ficción y empresario con fama de mago, reflotó algunas de las grandes empresas francesas como Bull y Thomson y hasta el sábado dirigía la antigua compañía pública France Télécom (de la que el Estado conserva aún el 42% del capital), a la que había sacado de una situación financiera crítica. Este amigo personal de Chirac y de Raffarin adelantó ayer que seguirá viviendo en su actual piso parisino y, para curarse en salud de un posible conflicto de intereses entre su pasado como empresario y su nueva condición de servidor público, comunicó que había vendido todas sus acciones de France Télécom. Entre las atribuciones del ministro de Finanzas está la de garantizar la neutralidad estatal de todos los operadores.

El nombre de Breton ya sonó con insistencia el pasado mes de diciembre como posible titular de Finanzas cuando Chirac buscaba a un sustituto para Nicolas Sarkozy. Una de las razones que entonces se esgrimieron para explicar que el elegido fuera Gaymard y no él fue de tipo pecuniario. El año pasado, como director de France Télécom, Breton ganó la importante suma de 1,3 millones de euros. El sueldo anual de un ministro no llega a los 200.000. Su patrimonio inmobiliario, sin embargo, no puede ni compararse con el que finalmente ha resultado poseer su predecesor: se limita al piso en el que vive en París, según aseguró ayer.

"Voy a inscribir mi acción en la continuidad y en la de mis predecesores Hervé Gaymard, Nicolas Sarkozy y Francis Mer", dijo ayer el nuevo ministro durante la breve ceremonia que tuvo lugar en Bercy, refiriéndose a los tres que le han precedido en el último año y en esta legislatura. Breton es el noveno titular de la cartera de Economía y Finanzas en los últimos 10 años, lo que da una idea de las tremendas presiones a las que está sometido este puesto, especialmente desde que el Pacto de Estabilidad actúa como corsé del tradicionalmente generoso gasto público del Estado francés.

Los críticos de este empresario estrella apuntan precisamente que sus logros con Bull y Thompson se cimentaron en la abundante inyección de dinero público para sacar de los números rojos a estas empresas emblemáticas de Francia. Con France Télécom, añaden estas fuentes, ha sucedido otro tanto de lo mismo, con el añadido de que en este caso el Estado todavía posee casi la mitad de las acciones y de que el conflicto laboral que plantearon los trabajadores de no perder su condición de funcionarios públicos aún no se ha solucionado.

Por otro lado, la salida de Breton de France Télécom ha dejado a la compañía en una situación un tanto descompuesta. Los inversores dejaron claro ayer su descontento. Las acciones de France Télécom protagonizaron la mayor caída del CAC-40, el índice de referencia francés, con una bajada del 1,81%.