Mar Moreno sostiene que la reforma del Estatuto exige la "fortaleza de un consenso político cerrado"

"Andalucía necesita la fortaleza de un consenso político cerrado en torno a la reforma de su Estatuto". La presidenta del Parlamento, Mar Moreno, pidió ayer a los partidos responsabilidad para buscar la unidad en la reforma estatutaria porque ésta "será la posición de Andalucía en España", y es necesario que "ahora defendamos" un modelo territorial "incluyente y solidario". Al igual que en su toma de posesión como presidenta, Moreno pronunció un discurso alejado del tono habitual: apeló a la solidaridad internacional, reivindicó la igualdad de las mujeres y condenó la tolerancia con el machismo.

Aunque el discurso de ayer no gustó a la oposición lo mismo que el de su toma de posesión de hace un año, las palabras de la presidenta del Parlamento causaron casi idéntico desconcierto por lo inusual de la estructura y el contenido. Al final los partidos se quedaron con la parte que sigue el hilo de la rutina política y les resulta más comprensible (la reforma del Estatuto de Andalucía, en este caso) y apenas comentaron el repaso pormenorizado de las injusticias que se comenten cada minuto en el mundo, la condena a la violencia machista y el sexismo consentido o la reprimenda a los medios de comunicación que intentar dirigir la política desde sus tribunas.

Sobre la reforma del Estatuto de Autonomía, Mar Moreno expuso dos ideas básicas: la responsabilidad que tienen en estos momentos los partidos políticos de llevar al Congreso de los Diputados un proyecto de reforma "pertrechado" con la fortaleza de un gran consenso, y la necesidad de huir del dramatismo con que se reciben las aspiraciones autonimistas de otras comunidades.

Tras recordar a los diputados que sus querellas ordinarias no pasarán a la historia, apeló a su compromiso con Andalucía porque "la posición de los grupos políticos en relación con el Estatuto será la posición de Andalucía en España, y resulta de máximo interés estratégico que ahora, como entonces [el 28-F de 1980], defendamos un modelo de convivencia territorial, incluyente y solidario". Según Moreno, Andalucía necesita "la fortaleza de un consenso político cerrado" y plantear el respeto a la diversidad de España, siempre que no supongan privilegios ni conculquen la igualdad de los españoles. "Sinceramente", dijo, "no alcanzo a intuir qué grandes diferencias puede hacer entre los partidos políticos andaluces, ninguno independendista, ninguno nacionalista exacerbado, todos respetuosos con la Constitución".

Al 25º aniversario del 28-F dedicó Mar Moreno los primeros dos folios de su discurso, y con el enganche de la frase del himno andaluz "Andalucía por sí para España y para la Humanidad" aprovechó para pasar revista a la violación de los derechos humanos, los desastres naturales, el terrorismo, las guerras y pandemias de Oriente Medio, Suramérica, África o Asia "La mayor parte de los problemas que tendremos que afrontar los andaluces (...) no se originarán en Málaga, ni en Almería ni en Huelva. La mayor parte de los grandes retos vendrán revestidos de su nuevo traje global".

Después de una referencia a los atentados de Madrid del 11 de marzo, cumplió con unas de sus promesas en la toma de posesión (la de aprovechar su cargo para luchar por la igualdad de la mujer) y condenó las muertes "execrables" que se comenten desde "posiciones de dominación, desde el desprecio por las mujeres". "Cada vez que un anuncio en televisión consagra un estereotipo sexista, cada vez que un comentario jocoso minusvalora a las mujeres, cada vez que miramos para otro lado cuando detectamos un comportamiento machista (...) estamos alimentando el caldo de cultivo de la violencia sexista".

"No pienso pedir perdón por recordar a esta Cámara y a Andalucía que las mujeres todavía nos vemos obligadas a seguir reivindicando (...) Cuánta paciencia hemos de seguir exhibiendo las mujeres, soportando las ascuas cuando no las llamas de la desigualdad en la que tantas capacidades se queman", dijo Mar Moreno. Y terminó con una máxima en alusión a la reforma del Estatuto: (...) La unión hace la fuerza y no hay mayor fuerza que la que se pone al servicio de los débiles".