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Israel amenaza a Siria y a los palestinos con la fuerza si no ponen fin al terrorismo

Ariel Sharon exige a Mahmud Abbas que actúe con contundencia contra los grupos radicales

El Gobierno israelí amenazó ayer con congelar todos los esfuerzos de paz si la Autoridad Nacional Palestina no actúa con contundencia contra los grupos radicales, responsables del atentado del pasado viernes en Tel Aviv, donde cuatro personas murieron y otras 50 resultaron heridas. Las advertencias israelíes se extienden también hacia el régimen de Damasco, al que considera inductor del ataque terrorista, y sobre el que ha dejado planear el anuncio de un posible ataque militar, similar al desencadenado en octubre de hace dos años. De momento, Israel paralizó ayer el levantamiento del asedio de las ciudades de Cisjordania y la liberación de 400 prisioneros palestinos.

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"El Estado de Israel desea avanzar hacia un acuerdo con los palestinos, pero no habrá ningún progreso político, subrayo, ningún progreso político, mientras los palestinos no lleven a cabo una campaña firme para eliminar los grupos terroristas y sus infraestructuras en los territorios", aseguró ayer el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en la reunión semanal de ministros celebrada en Jerusalén.

Horas antes de que Sharon profiriera estas amenazas contra la Autoridad Nacional Palestina había dado órdenes a sus colaboradores de bloquear con carácter indefinido algunos de los principales acuerdos pactados con los palestinos en la cumbre de Sharm el Sheij (Egipto) del pasado 8 de febrero, entre las que se encuentran el levantamiento del asedio de las ciudades de Cisjordania, que debía iniciarse de manera inminente en Jericó, y la liberación del último paquete de 400 prisioneros que debería de excarcelar en un plazo de ocho semanas.

Lista de militantes

El ministro de Defensa de Israel, Saúl Mofaz, por su parte, decidió ayer, en plena escalada de amenazas, enviar a las autoridades de Ramala una lista de una serie de militantes y dirigentes radicales de Cisjordania y Gaza, conminándoles para que fueran arrestados y advirtiendo que si no lo hacían, las fuerzas de seguridad israelíes actuarían en consecuencia, dejando entrever la reanudación de la política de asesinatos selectivos, suspendida hace poco menos de un mes.

El Gobierno israelí amenazaba ayer igualmente al régimen de Damasco por su supuesta vinculación directa o indirecta con el ataque suicida perpetrado en Tel Aviv y reivindicado por Yihad Islámica, dejando planear la posibilidad de un ataque aéreo, similar al efectuado en octubre del 2003, cuando bombardeó una base de entrenamiento y un polvorín de Yihad Islámica, al considerar la dirección de esta organización refugiada en Siria, responsable de un ataque suicida contra un restaurante de Haifa, en el que murieron 19 personas.

"Ya operamos en el pasado contra objetivos en Siria, y si el presidente Bachar el Asad necesita otra señal de nuestra parte, se la daremos", afirmó ayer el viceministro de Defensa israelí, Zeev Boim, en unas declaraciones a una emisora de radio local, ante las que añadió, sin embargo, que por ahora su Gobierno se mantenía a la expectativa, con la esperanza que las presiones internacionales hagan efecto y que Damasco acabe por expulsar a los grupos terroristas allí refugiados.

Boim, por último, apostilló que, "si el presidente Asad no lo comprende con la cabeza, lo acabará entendiendo con los pies".

La actitud amenazante del Gobierno israelí ha provocado el enojo de la cúpula palestina, especialmente del primer ministro, Ahmed Qurei, que ha calificado las decisiones de "malas e inaceptables" y advertía, por su parte, en voz alta que "si Israel quiere cortar los contactos, ésta será su propia decisión, por la que no lloraremos". Qurei, sin embargo, no quiso cerrar su mensaje sin tender una mano abierta hacia los israelíes y recordarles que "en Sharm el Sheij se abrió una oportunidad, que nosotros queremos desarrollar y profundizar".

La cúpula de Damasco rechazaba también las amenazas del Gobierno israelí. El ministro de Exteriores sirio, Faruk al Chareh, desde El Cairo, aseguraba que las "acusaciones israelíes son falsas y no se sustentan sobre ninguna prueba". Pero además Chareh trató de devolver las acusaciones al Gobierno de Ariel Sharon aventurando la eventualidad de que "la mano de Israel pudiera estar detrás del ataque" de Tel Aviv, un argumento que ya fue utilizado hace unas semanas con respecto del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri.

El hermano de una víctima del atentado de Tel Aviv recibe consuelo durante el funeral.
El hermano de una víctima del atentado de Tel Aviv recibe consuelo durante el funeral.AP

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