Sangre nueva en Oracle

Dice Miguel Milano que, cada mañana, va al trabajo cantando. Como nuevo director general de Oracle en España, va a necesitar ese optimismo para afrontar la etapa que tiene por delante.

Hasta hace un mes, Milano era director general de Peoplesoft, la firma que ha estado luchando durante 18 meses para no ser absorbida por el gigante de las bases de datos. Finalmente, el pasado diciembre, Oracle cerró la compra y nombró a Milano responsable de su filial en España, ya que, además, la dirección estaba vacante tras la salida de la compañía de Jorge Edelman.

Milano tiene ahora que integrar a los empleados de Peoplesoft en la compañía, motivar a los de Oracle, sustituir al carismático Edelman -que llevaba al frente de la filial 12 de los 20 años que Oracle lleva en este país- y, después, asaltar el trono de SAP como rey indiscutible de las aplicaciones de software para empresas. Para conseguirlo, él dice contar con mucha energía y un carácter gracias al cual lo afronta todo -el trabajo, el deporte y las relaciones personales- "con intensidad". Sus competidores en el mercado opinan que trabaja con "agresividad", una característica que él no niega. Explica que esa agresividad le ha servido para no dar nunca nada por perdido, ni acepta un no por respuesta; hasta que el competidor no firma el contrato, dice, "el cliente puede ser nuestro". En Peoplesoft cerró su último trimestre fiscal con un récord en ventas de licencias y nuevos clientes.

Sevillano, de 36 años, Milano es ingeniero de Telecomunicaciones, aunque pronto se decantó por la gestión. Entre 1994 y 1996 estudió un master en la Sloan School of Management del MIT. Trabajó en McKinsey y, después, desembarcó en Telefónica B2B, donde llegó de la mano del entonces presidente de la corporación, Juan Villalonga. En 2001 comenzó a trabajar en i2 Technologies, hasta que, el año pasado, fue fichado por Peoplesoft.

Casado con una estadounidense, y con tres hijas de siete, cuatro y dos años, Milano trabaja unas doce horas al día y reserva sus fines de semana para su familia. El ejecutivo ha vivido en Estados Unidos, Inglaterra y Francia, pero dice que, si pudiera elegir, volvería a Sevilla. De su ciudad natal destaca el clima, la compañía de sus amigos y familiares, la proximidad del mar, la buena comida y la Feria de Abril, a la que acude cada año. Y, por supuesto, el Betis. Por todo ello, asegura que tiene muy claro que, cuando se retire, volverá a Sevilla.