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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cambios de proyectos y devastaciones

La devastación de lo que fue el parque de Les Estacions de Palma de Mallorca, obra de Carme Pinós, es un hecho que pone de manifiesto no sólo la desorganización de las autoridades que en su día adjudicaron el proyecto como ganador del concurso, sino la difícil relación que ha tenido el parque desde el primer momento, tanto con éstas como con parte de la población.

Una situación similar la hemos vivido en Barcelona con el proyecto en el que he trabajado en los últimos dos años en la Ciudad de la Justicia. En este caso, la foto política fue tomada con la ceremonia de puesta de la primera piedra justo antes de las elecciones autonómicas. Podría haberse producido un caso similar si no hubiera sido porque el Gobierno cambió de manos y las consecuencias fueron la caótica reformulación del programa funcional una vez iniciada la obra, pero esto es otra historia.

No conozco en profundidad los motivos que han provocado la demolición en Palma en el momento justo en el que empezaba a adquirir la consistencia que le dota el crecimiento de la vegetación, pero algo huele a operación especulativa apoyada por una campaña de descalificación hacia el arquitecto para enmascararla.

No dudo de las ventajas de fondo que consisten en subsanar el corte que provocaron las vías del ferrocarril, pero es sobre todo condenable la falta de previsión del Ayuntamiento, que en su día no sólo no proporcionó un programa claro para ejecutar en varias fases que contemplasen el futuro soterramiento de las vías sin demoler el actual diseño, sino que tampoco supo involucrarse decididamente, como denuncia la propia Pinós.

En cualquier caso, es obvia la apuesta que ha hecho este Ejecutivo por basar el crecimiento en el desarrollo de las infraestructuras, dejando de lado cuestiones tan importantes como la sostenibilidad y la creación de espacios verdes urbanos, verdaderos pulmones ahora todavía más inexistentes en Palma. Es, en definitiva, el rechazo a un diálogo necesario de la ciudad, que tímidamente planteaba la creación del lugar desde una perspectiva urbanístico-estética más amplia.

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