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Al menos cuatro muertos y 65 heridos en un atentado frente a una discoteca israelí

El ataque amenaza la tregua que firmaron el 8 de febrero los Gobiernos israelí y palestino

Un atentado suicida registrado anoche a las puertas de una discoteca de Tel Aviv causó al menos cuatro muertos y 65 heridos. Es el primer ataque suicida que se perpetra en Israel desde noviembre de 2004 y podría suponer el fin de la tregua que decretaron el pasado 8 de febrero el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y el jefe de Gobierno palestino, Mahmud Abbas, en la reunión celebrada en Sharm El Sheij. La Autoridad Palestina condenó anoche el atentado. El Ejecutivo israelí afirmó que los palestinos habían fracasado a la hora de prevenir el "terror".

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La explosión se produjo a las 11.30 de la noche, una hora menos en la península, en los alrededores de la discoteca Stage, uno de los numerosos establecimientos que se encuentra en el paseo marítimo de Tel Aviv, poco después de que se abrieran sus puertas y mientras un grupo de medio centenar de personas se alineaban en la calle, esperando ser cacheados por los guardas de seguridad para entrar en el local. El atentado causó destrozos dentro y fuera del establecimiento, aunque la mayor parte de las víctimas se encontraban en el exterior.

Los guardias de seguridad apostados en las puertas declararon que pocos segundos antes de la explosión vieron salir corriendo en dirección a un vehículo aparcado en la zona a dos individuos de aspecto sospechoso. Ambos podrían ser miembros del comando de apoyo del terrorista suicida que trataban regresar a un lugar seguro de Cisjordania, situada a escasos kilómetros en línea recta desde Tel Aviv.

Las fuerzas de seguridad israelíes acordonaron rápidamente la zona, para evitar la huida de los fugitivos. Mientras tanto, en los alrededores de la discoteca empezaban a verse escenas de dolor, mezcladas con las alarmas de las sirenas de las ambulancias y los equipos médicos que trataban de ayudar a los heridos y evacuar los cuerpos de los muertos.

En un primer momento, distimtas agencias difundieron que el ataque había sido reivindicado a la vez desde Cisjordania y Gaza por la organización fundamentalista Yihad Islámica y por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, configurado por militantes disidentes y radicalizados del partido gubernamental Al Fatah. Pero después, los portavoces de sendas organizaciones declararon que sus hombres no cometieron el atentado, informa Efe. "Estamos plenamente comprometidos con el alto el fuego del presidente Mahmud Abbas, y esto es obra de otra organización", dijo Zacarías Zbeidi, líder de las Brigadas en el norte de Cisjordania.

El atentado de anoche podría poner en peligro la firma de la tregua el pasado 8 de febrero entre los líderes israelí y palestino. La declaración oficial y solemne de tregua no fue suscrita por los grupos radicales, Hamas, Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que se negaron a apoyar el cese de hostilidades, hasta que el Gobierno israelí no ofreciera contrapartidas claras, como son la puesta en libertad de todos los detenidos, unos 7.500, y el levantamiento del asedio de las ciudades de Cisjordania y Gaza.

Es cierto que el Gobierno israelí había liberado hace pocos días al primer grupo de 500 prisioneros, así como anunciado el retorno de los expulsados y confinados al extranjero a lo largo de estos años, pero mantenía aún el bloqueo de las ciudades de Cisjordania y se negaba a retirase de Jericó, el punto de partida de un supuesto repliegue que nunca se ejecutó.

"Sin que se desmantelen los grupos terroristas no puede haber avances en la región", aseguró ayer Gideon Meir, uno de los portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, responsabilizando de esta manera de forma clara a la Autoridad Nacional Palestina de haber bajado la vigilancia de los grupos terroristas. Las críticas del portavoz israelí coinciden con otras declaraciones de miembros del Gobierno que en los últimos días habían exigido en voz alta a Mahmud Abbas actuar con firmeza contra los radicales.

La Autoridad Nacional Palestina, a través del ex ministro y negociador Saeb Erekat, condenó ayer de forma firme y contundente el atentado suicida. Nabil Abui Rudeina, portavoz de la presidencia palestina, aseguraba desde la Mokata de Ramala, que el atentado suponía un ataque a los acuerdos de Sharm El Sheij que ambas partes habían firmado y que aún eran vigentes.

El presidente, Mahmud Abbas, convocó para hoy en Ramala (Cisjordania) una reunión de emergencia con los principales servicios de seguridad.

Dos enfermeros trasladan a un herido en el atentado cometido junto a la discoteca Stage de Tel Aviv
Dos enfermeros trasladan a un herido en el atentado cometido junto a la discoteca Stage de Tel AvivAP
Un hombre herido es evacuado anoche tras la explosión que se produjo junto a una discoteca en Tel Aviv.
Un hombre herido es evacuado anoche tras la explosión que se produjo junto a una discoteca en Tel Aviv.AP

Una zona castigada y muy popular

El ataque suicida de anoche se produjo en una de las zonas más concurridas de Tel Aviv, donde los jóvenes suelen reunirse en la noche del Shabat y donde se han registrado en los cuatro últimos años dos atentados suicidas parecidos.

El primero de estos ataques se produjo un sábado por la noche, el 1 de junio de 2001, en las puertas de la discoteca Delfinarium. Murieron 17 muchachos y más de 120 resultaron heridos. Pero sobre todo el ataque supuso un endurecimiento de la confrontación israelo-palestina, que echó por tierra los intentos de pacificación que en aquellos momentos se trataba de alcanzar. El ataque fue reivindicado por las Brigadas de Ezzedine Al Kassam, el brazo militar de Hamas.

El segundo ataque importante en esta zona fue el 30 de abril de 2003 en las puertas del club Mikes Place. Mató a tres personas y dejó medio centenar de heridos. La operación corrió a cargo de un comando llegado de Reino Unido.

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