La leyenda de una lápida que "llora" revive en Roma
Una lápida que hay en San Juan de Letrán, una de las cuatro grandes basílicas de Roma, puede estar en el secreto de conocer lo que a millones de católicos les preocupa: ¿sobrevivirá Juan Pablo II a esta última crisis? Se cuenta que la lápida junto al monumento del papa Silvestre II, que gobernó la Iglesia católica hace mil años, exuda cuando la muerte un pontífice es inminente.
Ayer, un sacerdote tocó la lápida en la basílica y confirmó que estaba seca, una buena noticia, ya que a Juan Pablo II le fue practicada una traqueotomía el día antes, después de ser trasladado urgentemente al Policlínico Gemelli con problemas respiratorios. Monjas, frailes y fieles rezaban ayer en la basílica por su salud.
En la sacristía de San Juan de Letrán, la segunda basílica del Papa como obispo de Roma, dos monjas mayores italianas aseguraban que el poder profético de la lápida está bien documentado. "Exuda cuando la muerte de un pontífice se aproxima", comentó una de ellas. Las dos pidieron mantener el anonimato.
"La lápida llora. Es verdad, y ha ocurrido. Hay gente que lo ha visto", añadió la segunda religiosa. Pero las dos indicaron que no conocían a nadie que hubiese sido testigo del fenómeno.
Varios sacerdotes, mirando desde sus confesonarios situados bajo gitantescas figuras de santos, aseguraron que desconocían la leyenda de la lápida. El padre Eduardo al principio se mostró escéptico cuando se le informó sobre el asunto, flanqueado por dos columnas de mármol amarillo. "La piedra está fría", comentó tocando la lápida y las columnas, "pero seca".
Con una sonrisa, el padre Eduardo añadió: "Así es que el Papa vivirá".
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