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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Diplomacia ante todo

Cuando yo era un niño, el único hombre de color que veía en mi ciudad era el rey Baltasar, digo "hombre de color" porque si dijera "negro" sería un racista. Ahora veo muchos "africanos", quizás estaban pensado que diría "negro" pero ni soy un racista ni quiero parecerlo; la verdad es que gente muy simpática y amable aunque se ganen la vida como top manta, con las que converso a menudo.

Ustedes pensarán que a qué viene esta introducción extraña, que puede rozar lo infantil, muy sencillo, hoy día no basta con ser tolerante, sino que hay que parecerlo.

Es cierto, que hay gente que pronuncia la palabra "negro" o "moro" con una mala leche despreciativa realmente asquerosa. Aunque también hay algunos que luchan contra la intolerancia y ven intolerantes en todas las esquinas, lo cual me recuerda que algo parecido sufrían los dictadores, veían subversivos por todos lados. Quizá estos que persiguen intolerantes lo son más que aquéllos a quienes persiguen. Para mí, particularmente, a quienes necesitan reafirmarse de sus ideas de tolerancia, como si fueran el estandartarte de la misma, los pongo en tela de juicio. Para mí, los dados a la demagogia, al populismo, a lo políticamente correcto o a decir lo que la gente quiere oír, especialmente en este tema, me parecen peor que un racista, porque además de ser racistas, son hipócritas. Me recuerdan aquellos "franquistas de conveniencia" de los tiempos del régimen que por demostrar su fidelidad eran más sanguinarios que los "franquistas de convicción".

Conozco un marroquí que la palabra "moro" no le ofende, le enorgullece, porque es moro, pertenece a este grupo propio de Marruecos. La tolerancia no pasa por decir o dejar de decir ciertas palabras, y me refiero a palabras que pueden parecer racistas o no según como se digan, tampoco por sumar puntos por ir a manifestaciones antirracistas, sino por cambiar de mentalidad.

En fin, enseñen a sus hijos que Baltasar es africano o de color, no negro, pero enséñeles a pensar de forma tolerante también y, por favor, no digan la frase "no hay moros en la costa", porque aunque nada tiene que ver con las pateras, algún fariseo de la tolerancia podría denunciarle por racista, no lo olviden, diplomacia ante todo.

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