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La caída de los precios de la energía modera la inflación en EE UU

Los precios que pagan los consumidores estadounidenses subieron una décima en enero, con lo que la tasa interanual se reduce al 3%, tres décimas menos que en diciembre. Si se excluyen los elementos volátiles (energía y alimentos), el alza fue de dos décimas o del 2,3% anual. Los datos están en línea con el mensaje lanzado por el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, que en el Congreso aseguró que la inflación está bajo control.

Wall Street esperaba con nerviosismo el dato desde que el viernes se publicara la evolución de los precios de la producción industrial: la inflación subyacente registró un importante incremento. Pero el mercado suspiró aliviado al ver que la inflación se ajusta a sus expectativas, por lo que se espera que el banco central siga adelante con el ritmo actual de subida de tipos.

El motivo de este relajamiento en el IPC de enero se debe a la caída, por segundo mes consecutivo, del coste de la energía, que bajó un 1,1%. Las gasolinas se abarataron un 2,1% y el precio del combustible para calefacción un 5,1%, los mayores descensos desde mayo de 2003. En el otro lado de la balanza, los alimentos subieron una décima; un 0,4% los costes en salud, y un 1,9% el tabaco y el alcohol.

Los analistas insisten en que las empresas están teniendo muy difícil repercutir el incremento de los costes de producción en el precio, por el exceso de capacidad en el mercado y la intensa competencia del lado de los precios.

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