Maragall imputa a CiU modificar obras del metro sin los correspondientes proyectos

Pasqual Maragall adelantó en el Parlament la línea que el Gobierno catalán desarrollará hoy en el debate sobre el hundimiento del túnel del Carmel. El accidente en las obras del metro fue fruto, según Maragall, de una manera de operar típica de los gobiernos de CiU, que incluía prácticas como la modificación de obras en curso, como estas del metro, sin la aprobación del correspondiente proyecto. "Ahora van a pagar justos por pecadores", dijo el presidente dando a entender que habrá ceses. Pero será, añadió, porque tuvieron que firmar un proyecto que ya estaba en marcha desde la etapa de CiU.

El debate de hoy en el Parlament sobre el accidente del Carmel puede ser intenso no sólo por la gravedad del asunto y por la asistencia de afectados, sino también porque será protagonizado por el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, cuya dimisión exigen CiU y PP, y por Felip Puig, actualmente portavoz de CiU, pero antecesor de Nadal cuando se inició la prolongación de la línea 5 del metro, en la que se ha producido el accidente.

Maragall fue rotundo como pocas veces cuando abordó ayer este asunto, a preguntas del líder de la oposición, Artur Mas, de CiU. "Ustedes tienen ahora la desvergüenza de decir que no han aprobado el proyecto [del Carmel]"; dijo el presidente, "pero en realidad están atacando su propio proyecto, firmado o no. Y ahora pagarán justos por pecadores. Los que tuvieron que firmar un proyecto que ya estaba predeterminado".

Para que la cosa no quedara en simple afirmación, Maragall recurrió al ejemplo de una obra ya en servicio, la línea del metro ligero de Ciutat Meridiana y Can Cuyàs, una de las últimas realizaciones de los gobiernos de CiU. El presidente recordó que esa obra fue inaugurada deprisa y corriendo poco antes de las elecciones autonómicas. "Pero olvidando algo muy sencillo: aprobar el proyecto modificado y las obras".

Lo ocurrido en el Carmel fue lo mismo, agregó Maragall, en lo que corresponde al túnel de maniobras de la línea 5 de metro. En el proyecto original estaba previsto construirlo en el subsuelo de Horta. Iniciadas las obras se decidió construirlo en el Carmel cuando el titular de Política Territorial era Felip Puig, pero sin que existiera ningún proyecto de modificación firmado. Cuando Nadal se hizo cargo de Política Territorial, en diciembre de 2004, las obras estaban ya en marcha, y una de las cosas que hizo fue legalizarlas, en febrero de 2005. Eso es lo que llevó a Maragall a afirmar que ahora "pagarán justos por pecadores", porque quienes firmaron el proyecto de unas obras que ya estaban en marcha son los responsables de Política Territorial de la etapa de Nadal.

Además de cargar la responsabilidad de la crisis al "ineficiente" modelo de gestión de los gobiernos de CiU, Maragall ratificó su confianza en Nadal, de quien dijo que se ha hecho cargo de esta "dramática" situación "con responsabilidad, rigor, seriedad y eficacia".

El líder de la oposición, Artur Mas, calificó de "incomprensible, desafortunado y lamentable" que el presidente Pasqual Maragall ratificara su confianza en el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, e incluso afirmara que la forma en que gestiona la crisis del Carmel ha incrementado esa confianza. Mas sostuvo que "eso no es lo que los ciudadanos esperan" y apuntó que en esta crisis el presidente "ha escondido la cabeza bajo el ala".

El diputado nacionalista pidió a Maragall "decisiones enérgicas", como única forma de restablecer la confianza de los ciudadanos, y en primer lugar la de los del Carmel, en el el Gobierno de la Generalitat. Menos declaraciones "frívolas y vacías de contenido", dijo Mas, y "más actuación".

También el portavoz del PP, Francesc Vendrell, acusó al presidente de la Generalitat de inacción en la crisis del Carmel. En este asunto, dijo el diputado, "dos terceras partes de su Gobierno han desaparecido". También resumió la, a su juicio, falta de cohesión del Gobierno catalán con una ingeniosa fórmula: "Cada vez más, esto no es un Gobierno tripartito, sino un gobierno partido por tres".

A los tres grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno de Maragall en la Cámara, los del PSC, ERC e ICV, les fue de nuevo imposible ponerse de acuerdo ayer en las características que ha de tener la comisión de investigación sobre el hundimiento del túnel del Carmel.

Los socialistas pretenden que sea una comisión independiente, formada por personalidades de prestigio profesional y técnico en los asuntos que investigar, aunque también integre a políticos. Los republicanos proponen una comisión parlamentaria de estudio, con diputados y técnicos, según el modelo reglamentario. Los ecosocialistas proponen una comisión parlamentaria de investigación como otras creadas en anteriores ocasiones, en las que los partidos del Gobierno tienen mayoría.

Según explicó uno de los portavoces, ayer no fue posible alcanzar un acuerdo y se dejó la decisión para hoy, a la espera del desarrollo del pleno extraordinario que el Parlament dedicará a la crisis del Carmel.

En el planteamiento del debate, los republicanos han insistido en que el Gobierno lo convierta en un juicio al modelo de gestión de CiU, de cuya inercia creen que ha sido víctima el tripartito.

Al mismo tiempo que estas cuestiones, los partidos del gobierno negocian también el nivel de las dimisiones anunciadas desde hace varias semanas por el consejero Nadal y mencionadas ayer por el presidente Maragall.

En medios próximos al Gobierno se da por seguro que habrá ceses en GISA, la empresa pública que encargó la obra y que tenía asignada su supervisión. La duda estriba en si los ceses alcanzarán al presidente, Ramon Serra, y el director general, Mateu Tersol, o sólo a uno de ellos. El otro cese que se da por casi seguro es el del director general de Transportes, Jordi Julià, pese a que, según la opinión general, sería una injusticia.