La consulta piloto atrajo sólo al 0,54% de los que podían votar por Internet

Insignificante participación. Dos millones de electores de 52 ciudades, una por provincia, podían participar en el ensayo de referéndum virtual sobre la Constitución europea a través de Internet o del voto electrónico. Esos ciudadanos tenían 18 días para votar, pero sólo emitieron su sufragio 10.543 personas, el 0,54% del censo electrónico. El sí también ganó en esta consulta sin valor legal, con un apoyo del 78%. El 13% votó no y el 8,5% lo hizo en blanco.

El Ministerio del Interior valoró ayer "positivamente" la participación, teniendo en cuenta que carece de validez jurídica y que se trata de la "primera prueba a nivel nacional que ha permitido evaluar el comportamiento de un dispositivo electrónico tan amplio como el implantado

". El objetivo del Gobierno no era lograr una alta participación sino "analizar una de las posibles tecnologías a utilizar en los procesos electorales".

Según el ministerio, "la participación no puede medirse en los mismos términos que una votación real". Los objetivos del ensayo eran "alcanzar conocimientos detallados sobre el interés de los ciudadanos por el voto a través de Internet desde un punto de vista no meramente teórico sino con posibilidades reales de usarlo". En este sistema no había papeleta. Se votaba a través del ordenador. Interior diseñó dos modalidades. El 91,7% de los electores eligió votar en las oficinas municipales preparadas para ello y el 8,3% restante, por Internet desde otro lugar.

Ayer se dio a conocer la auditoría tecnológica realizada por el Observatorio del Voto Electrónico de la Universidad de León (OVE), que critica "graves fallos de seguridad" en el sistema tecnológico. Este organismo independiente, favorable a la implantación de sistemas telemáticos en los procesos electorales, pretendía analizar "de forma imparcial" el ensayo de referéndum virtual. Su objetivo era "comprobar si el sistema empleado es seguro, transparente y verificable". Para ello pidió al Ministerio del Interior y a la Junta Electoral Central que le autorizaran a auditar el proceso, petición que no recibió respuesta. Para elaborar su informe, que está disponible en la página web www.votobit.org, OVE asegura que entró, obviando la barrera de seguridad del sistema, "en el servidor que aloja los resultados de la prueba en el parque de servidores de la Guardia Civil " y accedió al "menú de votaciones y a los listados del censo" sin manipular lo que albergaba. Es decir que, según la auditoría de este organismo, "el sistema no es seguro" y, por lo tanto, "vulnerable a un ataque malintencionado con posibilidades de bloqueo y fraudes como la suplantación de personalidad". El Ministerio del Interior declinó realizar declaraciones sobre la parte técnica del proceso.

Indra, la empresa responsable de la tecnología y que también realizó el escrutinio del domingo, que se desarrolló con extraordinaria agilidad, aseguró ayer que no tenía constancia de que nadie hubiese entrado en el sistema y negó que los servidores estuvieran alojados en la Guardia Civil, tal y como afirma OVE. Partiendo de esta premisa "errónea", Indra puso en duda toda la auditoría realizada por los observadores citados, que calificó de "barbaridad".

También aseguró que el DNI no era una clave para votar por Internet, como dice el informe. Pudiera ser, según la empresa, que hubiesen entrado en un entorno de pruebas en el que los técnicos trabajan el diseño y desarrollo del sistema. "Obviamente, no está protegido y los DNI que aparecen son falsos". La votación real se realizó en un entorno informático distinto al que se incorporaron los mecanismos de seguridad pertinentes, según Indra.