Los universitarios buscan un modelo de representación estatal

Una de las grandes carencias del sistema universitario español es la ausencia de un modelo de organización de los estudiantes a nivel estatal, que proporcione interlocutores válidos y representativos ante las instituciones educativas. Los especialistas advierten de que esta carencia se hace todavía más evidente en un momento como el actual en el que se debate el proceso de convergencia del espacio de educación superior europeo, y en el que es fundamental que los alumnos tomen un papel activo en los debates sobre la reforma del sistema y, especialmente, sobre los métodos docentes y la evaluación del aprendizaje, que marca el proceso de Bolonia.

De todo esto se ha hablado en el encuentro Los estudiantes ante los cambios de la educación superior en Europa, organizado por el Ministerio de Educación, la Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles y la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid. El objetivo era ofrecer un foro de debate a los estudiantes para que pudiesen expresar sus opiniones acerca del proceso de Bolonia y de sus posibles consecuencias en el sistema universitario español. A la jornada asistieron estudiantes de prácticamente todas las universidades españolas y de otros países europeos.

"La falta de una vertebración en el conjunto del país de representantes estatales estudiantiles resta posibilidades a la hora de contar con su opinión, ya que la participación de los alumnos en las organizaciones europeas ha de hacerse a través de las correspondientes estructuras nacionales", señaló el director de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria, Francisco Michavila.

Diferentes posibilidades

Este experto apuntó que se están estudiando diferentes posibilidades de vertebrar la representación estudiantil. Una de ellas a través de un consejo estatal de estudiantes. Otro de los planteamientos es que, en el futuro, los alumnos puedan tener representación en el Consejo de Coordinación Universitaria, integrado hasta ahora por rectores de todas las universidades, públicas y privadas, consejeros de educación de las comunidades autónomas y representantes del Parlamento.

Michavila indicó que en España los movimientos estudiantiles dentro de cada Universidad "son muy fuertes". "Lo que se espera ahora es que se organicen a nivel nacional", dijo.

En el foro, celebrado la la semana pasada en Madrid, los alumnos debatieron también el sistema de ayudas para la movilidad, como pilar fundamental del espacio europeo de educación superior, que, entre otras cosas, pretende fomentar el movimiento de los alumnos. Los universitarios se quejaron de que los principales obstáculos que dificultan esta movilidad es la insuficiencia de medios económicos, el desconocimiento de otras lenguas y las trabas burocráticas a las que los estudiantes tienen que hacer frente para el reconocimiento de los estudios realizados en el extranjero.

El tercer tema del debate del foro se centró en el análisis de aspectos relacionados con el cambio de contenidos, metodologías y sistemas de evaluación que la implantación del espacio europeo de educación superior lleva aparejado. La Universidad española debe afrontar el paso de una enseñanza teórica, basada en la transmisión del conocimiento, a una educación en la que el acento se pone en la actitud y habilidades que el estudiante debe adquirir en su proceso educativo.