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Reportaje:REFERÉNDUM EUROPEO | La jornada de votación

La Constitución europea, en las urnas

El Gobierno confía en la victoria del 'sí', pero le preocupa que haya una baja participación ciudadana

23.646 colegios electorales abren sus puertas hoy desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde para recoger el voto de los ciudadanos -, no o en blanco- a la pregunta del Gobierno que se ha convertido en el primer gran reto político para su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Él ha sido el principal impulsor de la consulta popular sobre la Constitución europea y de que España sea el primer país de la Unión Europea en convocarla, pese a las críticas de la oposición que la tildaba de apresurada. Esta noche comparecerá públicamente para analizar los resultados de la votación.

La gran preocupación del Ejecutivo se centra en el porcentaje de participación, en un triple sentido: los Gobiernos europeos aguardan el resultado con expectación, y una participación muy baja lo desluciría, aunque el Gabinete confía en lograr el apoyo a su propuesta. Esa baja participación supondría que Zapatero vería recortados los réditos políticos de su victoria y desencadenaría una campaña de reproches desde el PP, que ha advertido que considerará un fracaso del Gobierno cualquier cota de participación inferior al 50%.

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Fuentes gubernamentales y del PSOE manifestaron ayer que un 40% de asistencia a las urnas les ofrecería un margen de maniobra suficiente teniendo en cuenta los antecedentes en este terreno: en junio de 2004, la participación en las elecciones europeas fue del 45,1%, con el rescoldo muy caliente de las elecciones generales y un lógico afán de revancha por parte del PP y de consolidación por parte de los socialistas.

El Congreso de los Diputados se pronunció unánimemente a favor de convocar el referéndum, pero las opiniones sobre la Constitución europea se dividieron desde el principio.

Los socios parlamentarios habituales del Gobierno -ERC e Izquierda Verde- se han pronunciado por el no. Izquierda Verde maneja, fundamentalmente, razones sociales para oponerse, y ERC, la ausencia de reconocimiento de las nacionalidades o naciones que, a su juicio, existen dentro de los actuales Estados, únicos sujetos, junto a los ciudadanos, que reconoce el Tratado europeo.

El líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, que ha hecho una campaña muy activa por el no llegó a decir el pasado viernes que un a la Constitución significaría "borrar del mapa a Cataluña y diluirla en un gran magma". También el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Eusko Alkartasuna (EA) han propugnado el no.

Desde el extrarradio político, Batasuna y ETA han expresado su rechazo al Tratado.

El nacionalismo democrático, tanto en el País Vasco como en Cataluña, ha optado por apoyar la Constitución europea. CiU sostuvo un debate interno previo, porque la postura de Convergència no era proclive al contenido del Tratado, pero se impuso la tesis de su socio, Unió Democrà-tica y, finalmente, han hecho campaña a favor del sí.

En Euskadi, las divisiones dentro del PNV no han emergido como en el caso de CiU, pero ha sido el sector más afín al presidente del partido, Josu Jon Imaz, el que se ha mostrado decididamente favorable a la Constitución, pese a que el articulado no recoge sus aspiraciones de poder figurar en Europa con personalidad propia. El lehendakari Ibarretxe ha estado ausente de la campaña, en lo que se interpreta como una muestra de neutralidad frente al sector de Joseba Egibar, decididamente contrario a la configuración de Europa que consolida la Constitución.

Los dos grandes partidos de ámbito estatal, PSOE y PP, mantienen, oficialmente, idéntica postura, de apoyo de la Constitución, pero sus actitudes, antes y durante la campaña, han sido muy distintas.

Ni siquiera un asunto de calado supranacional ha servido para evitar el enfrentamiento y el cruce de acusaciones.

Antes de la campaña, el PP intentó, sin éxito, que el Congreso celebrase un debate y que los grupos se pronunciasen sobre la Constitución europea. El PSOE no transigió con el intento de los populares de que se oficializase, en sede parlamentaria, la radical discrepancia entre el Gobierno y sus aliados. Pese a todo, los populares han acusado a los socialistas, hasta el minuto final de la campaña, de no haber reprochado a sus socios su activismo en favor del no.

La campaña del PP ha ofrecido perfiles muy singulares: desde el silencio sepulcral que ha mantenido su presidente de honor y ex jefe del Gobierno, José María Aznar, hasta airear con machaconería los muchos motivos que, según el PP, habría para castigar a Zapatero con un no en la consulta, pese a lo cual oficialmente propugna el sí.

No es posible precisar cuál haya sido la influencia de este doble mensaje en el electorado del PP, pero algún diputado socialista se ha mostrado dispuesto a analizar el resultado del referéndum en zonas o distritos de predominio tradicional de los populares, para poder extraer alguna conclusión apoyada en datos.

Los dos grandes sindicatos, CC OO y UGT, también han apoyado la Constitución, y desde el PSOE y el Gobierno el respaldo ha sido masivo y sin fisuras. Zapatero logró que el presidente de Francia, Jacques Chirac, acudiese a Barcelona para compartir la petición de apoyo en el referéndum, y el pasado miércoles que le acompañase en Zaragoza el canciller alemán, Gerhard Schrö-der, con el mismo propósito. El viernes por la noche, para cerrar la campaña, se rodeó del ex presidente Felipe González y del secretario general de los socialistas franceses, François Hollande. Allí utilizó un último argumento a favor del : la Constitución es un buen instrumento para combatir al terrorismo.

La amenaza de un atentado terrorista de ETA ha planeado seriamente durante las últimas semanas y ayer mismo fuentes gubernamentales mantenían esta preocupación, pese a los éxitos policiales frente a ETA en plena campaña electoral.

De hecho, se mantiene la situación de máxima alerta, habitual por otra parte en cualquier consulta electoral y serán más de cien mil policías nacionales, guardias civiles y policías locales los que se encarguen de la seguridad durante la jornada de hoy.

También las policías autonómicas de Cataluña y Euskadi sumarán sus efectivos con idéntico objetivo.

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