Respuesta desigual y guerra de cifras en la primera jornada de paro en Osakidetza

La primera jornada de huelga en los hospitales y ambulatorios tuvo ayer una respuesta desigual, condicionada por los elevados servicios mínimos (el 85%) y la decisión de trabajadores de las centrales que no apoyaban el paro de acudir a sus puestos. Pero la inactividad se notó mucho en los centros de atención primaria y especialmente en el hospital de Galdakao. Las cifras de cada parte no coincidieron: mientras los convocantes -ELA y los sindicatos de médicos (SME) y de enfermería (SATSE)- elevaron el apoyo al 85% de la plantilla, Osakidetza lo limitó a un 6%.

El paro es el primero de los siete anunciados que se desarrollan de forma rotatoria por áreas sanitarias, en protesta por cuestiones laborales y sociales y la falta de un convenio desde 2000. Ayer se extendió a la mitad oriental de Vizcaya (el hospital de Galdakao, los psiquiátricos de Zamudio y Bermeo y los ambulatorios del área de la costa el Duranguesado y Basauri) y alteró gran parte de los servicios de una jornada normal. Los convocantes aseguraron que, de un total de 2.500 trabajadores afectados, la huelga fue secundada por el 76% en los hospitales y el 85% en los centros de atención primaria. "Ha parado prácticamente todo lo que podía parar", afirmó ayer Izaskun Garikano, responsable de Sanidad de ELA.

Los convocantes señalaron que en los ambulatorios sólo funcionaron las urgencias y en el hospital de Galdakao la actividad se limitó a la atención a los pacientes ingresados y el servicio de urgencias. Según sus datos, se suspendieron 40 intervenciones, 700 consultas y 60 pruebas de radiodiagnóstico. En cambio, Osakidetza indicó que en Galdakao sólo paró el 6,5% y adujo falta de datos sobre los ambulatorios y centros de salud por la acción de los piquetes. La Ertzaintza se desplegó a la entrada de varios centros sanitarios, pero no intervino en ningún caso, según fuentes sindicales.

Sin colas en Galdakao

En Galdakao la huelga se hizo notar, aunque algunas consultas funcionaron con normalidad, como se podía comprobar con una inspección visual. Sin embargo, la larga cola que se suele formar para la admisión de citas y pruebas no existía ayer. En ambulatorios como el de Gernika había menos actividad, aunque algunos médicos mantuvieron sus consultas con normalidad. Los centros sanitarios estaban repletos de pasquines en favor de la huelga. "Parece que, en vez de los médicos, están de huelga los de limpieza", comentaba una mujer a la entrada del centro sanitario de Gernika.

Los sindicatos calificaron de "irresponsable" la actitud de Sanidad por "no haber comunicado la suspensión" de intervenciones no urgentes y haber contratado personal para atender consultorios, lo que "ha incumplido el acuerdo de servicios mínimos". Osakidetza denunció especialmente a ELA por "impedir mediante piquetes y actos violentos y mafiosos" que los trabajadores acudieran a sus puestos. El director general del Servicio Vasco de Salud, Josu Garay aseguró que se impidió la entrada en el Hospital de Galdakao y los ambulatorios de Durango, Basauri, Gernika y Amorebieta. Agregó que incluso se llegó a encerrar a la dirección en el ambulatorio de Amorebieta, lo que impidió disponer de los datos. Izaskun Garikano negó este hecho y señaló que hubo una concentración en este centro, tras la cual se dirigieron al despacho de la dirección, pero que fueron los directivos quienes cerraron la puerta. "Estuvimos cinco minutos fuera y nos marchamos".

Las tres centrales convocantes, que tienen casi el 58% de la representación sindical en Osakidetza, celebraron una asamblea central en el Hospital de Galdakao, a la que asistieron cerca de 500 trabajadores. En la concentración calificaron de "imposible" la negociación con Sanidad y rechazaron las últimos ofertas. "Se han limitado a crear comisiones sobre los temas conflictivos, pero sin nada concreto, ni partidas económicas", afirmó la responsable de ELA. Para los protagonistas de la huelga, Osakidetza no ha abordado "los problemas de fondo" y se ha limitado a "cuestiones accesorias". El director de Osakidetza criticó el inicio de los paros "estando abierto el proceso negociador" y el hecho de que las peticiones económicas alcancen, según dijo, los 1.100 millones de euros al año. Osakidetza ha ofrecido 42 mejoras con un coste de 80 millones de euros.

El próximo paro está convocado para el 24 de febrero y afectará a los hospitales de Zumarraga, Mendaro y Mondragón y la comarca Guipúzcoa oeste. Comisiones Obreras, una de las centrales que no participa en los paros -tampoco lo hacen, entre otros, LAB, UGT y la Federación de Facultativos de Hospitales-, señaló ayer que no se le puede acusar de desmarcarse de las huelgas porque "nunca" se le ha convocado a "una unidad de acción". CC OO precisó que la negociación continúa con Osakidetza y no se ha roto por ninguna de las partes.