Reproducción asistida
El anuncio del anteproyecto de ley de reproducción asistida dio ocasión a ciertos políticos y algunos medios de comunicación para insistir en la idea de que sólo los reaccionarios, individuos o grupos, rechazan la investigación con embriones humanos y la manipulación de éstos con fines terapéuticos. Una simpleza interesada que levanta prejuicios y emborrona la visión de las graves derivaciones sociales, morales y económicas (enormes intereses en juego) de dicha investigación.
Transcribo algunos párrafos del Manifiesto de apoyo a la legislación que prohíbe la clonación, firmado por 68 relevantes intelectuales y científicos de Estados Unidos y Canadá (filósofos, escritores, sociólogos, juristas, bioéticos, teólogos, médicos, bioquímicos), muchos de ellos activistas de izquierda y todos en la vanguardia cultural, decididos impulsores del progreso y de reconocida independencia de pensamiento, como son, por ejemplo, Norman Mailer, Sheldom Krimsky, Norman Birnbaum o Jeremy Rifkin.
Dicen: "Apoyamos la legislación que prohíbe la clonación de embriones humanos, sean para experimentación médica o para originar el nacimiento de un ser humano. (...) Estamos inquietos ante la creciente bioindustrialización de la vida por la comunidad científica y por las compañías de biociencias. (...) Nos oponemos rotundamente a que la vida humana y sus variados procesos y partes se reduzcan al estado de meros instrumentos de investigación, productos manufacturados, artículos de comercio o piezas utilitarias. (...) Tenemos presente la trágica historia de los movimientos sociales de eugenesia en la primera mitad del siglo XX y estamos unidos en la oposición a cualquier uso de la biotecnología para un movimiento comercial de eugenesia en el siglo XXI".
Vale la pena leer el texto completo, que es corto, con los nombres y títulos de todos los firmantes en http://www.thenation.com/doc.mhtml?i=20020218&s=petition.