La Feria del Juguete incorpora material escolar y disfraces para recuperar atractivo comercial
El presidente de Feju asegura que el sector "tocó fondo" en 1995 y remonta poco a poco
La Feria Internacional del Juguete, que abrió ayer sus puertas en Feria de Valencia, el certamen monográfico más antiguo de España, destila cierta nostalgia de un antiguo esplendor. La 44ª edición de Feju incorpora un sector de material ecolar, otro de carnaval y un tercero de hobbies para intentar recuperar atractivo comercial. José María Castellano, presidente del certamen, aseguró que el sector juguetero "tocó fondo" en 1995 y atraviesa una fase de "recuperación, una situación esperanzada" en la que remontan "lenta pero positivamente, el vuelo".
El juguete es uno de los sectores que primero sufrió el golpe de la competencia asiática. Pero arrastra años a la baja. A pesar de haber tocado fondo en 1995, según el diagnóstico del presidente del certamen, los últimos datos oficiales del sector, correspondientes a 2003, revelan un sostenido crecimiento de las importaciones de juguetes, que aumentaron por encima del 8% hasta sumar 741,6 millones de euros, frente a una caída de las exportaciones que alcanzaron un valor de 429,17 millones de euros, un 12,7% menos que en 2002.
Los profesionales que acompañaban ayer la comitiva oficial que inauguró el certamen recordaban viejos tiempos. "Hace 20 años la Feria del Juguete era mayor que la del mueble", comentó una veterana responsable de los certámenes del sector. Eran tiempos en los que la Feria del Juguete se convertía en escaparate para los nuevos productos de puericultura, moda infantil o papelería, entre otros.
"Las ferias son como los productos en sí, sufren ciclos", reflexionó otro profesional vinculado a la Feria de Valencia, que citó el creciente éxito de FIMI, la Feria Internacional de la Moda Infantil, que coincide con la Feria Internacional de Puericultura, ambas desgajadas de Feju.
Feju exhibe los productos de 97 empresas fabricantes, importadoras, distribuidoras o propietarios de licencias y derechos sobre ciertos productos o personajes. 71 expositores son de empresas españolas; 26, de sociedades extranjeras procedentes de una decena de países.
La última edición de la Feria Internacional de la Puericultura presentó los productos de 180 fabricantes. Pero la última edición de la Toyfair de Nuremberg, el certamen internacional más importante del sector juguetero, fue el escaparate elegido por 2.705 fabricantes de 60 países.
La pérdida de peso relativo de Feju, sin embargo, no puede ocultar los datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística y reseñó ayer Justo Nieto, consejero de Empresa y máximo responsable político en la inauguración. El 56,6% de las empresas jugueteras españolas son valencianas y concentran el 73% de la facturación del sector. "El juguete es uno de los sectores más dinámicos y consolidados de nuestro tejido industrial", constató Nieto. Y añadió una declaración voluntarista: "El sector juguetero se encuentra en una etapa de crecimiento notable en el comercio exterior, para lo que es absolutamente necesario mantener el alto nivel de calidad de los productos que exportamos en la Comunidad Valenciana".
Un rápido recorrido por la feria revela el creciente peso de las licencias. Buen número de expositores venden la autorización para comerciar muñecos o personajes que han cobrado importancia en el universo infantil a través de ciertos programas de televisión.
Llama la atención el espacio destinado a los fabricantes de belenes. De hecho, el 90% de los fabricantes de belenes y artículos navideños españoles están presentes en Feju.
Representantes de fabricantes extranjeros exponen productos de importación. Y los fabricantes nacionales amplían las gamas de verano y playa, por ejemplo, para evitar que el 90% de las ventas se concentren en torno a la campaña de Navidad.
El comité organizador de Feju incluye a fabricantes y compradores para intentar aunar los intereses de productores y distribuidores y afrontar otro de los mayores problemas del sector, como es la concentración de la demanda en grandes tiendas especializadas que fabrican o dictan las condiciones de mercado.
