"Menos mal que no ha pasado nada"

"Menos mal que no ha pasado nada, hubiéramos volado por los aires", decía un vecino del edificio contiguo al del hostal donde ayer fueron detenidos dos terroristas de ETA en Valencia. Era el pensamiento repetido por vecinos, dirigentes políticos y la sociedad en general. Una bomba lapa ya lista, otra a medio preparar, detonadores y cartuchos encontrados a los detenidos revelan que pretendían derramar sangre de forma inminente. Cualquiera del más de un millar de nombres de una lista podía ser la víctima, pero había tres objetivos especialmente elaborados: un militar, una oficina de turismo y una comisaría.

"¿Está seguro de que se han llevado todas las bombas?", preguntó una vecina a la policía

La tragedia podía haberse producido antes del domingo, según fuentes de la investigación. Mikel Orbegozo Etxarri y Sara Majarenas Ibarreta vinieron a Valencia desde Francia el pasado miércoles. Su equipaje era letal. Y sus posibles víctimas estaban señaladas en una lista de nombres descrita en 20 folios. En ella figuran buena parte de la actual Corporación municipal, también de la anterior, jueces, fiscales, políticos y empresarios de varias ciudades españolas, así como puntos estratégicos de Valencia. De todos, fuentes policiales explicaron, que tres aparecen como "especialmente elaborados". Se trata de información muy detallada sobre un militar de alta graduación que ejerce la medicina, una oficina de turismo y una comisaría de la policía nacional. Todo hace pensar a los investigadores que la bomba lapa tenía al militar como objetivo inminente.

La intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad ha frustrado una acción sangrienta de los terroristas en Valencia. Y esa fue la sensación que percibieron los vecinos que ayer vieron el trajín y la tensión de los efectivos policiales aún sin tener detalles de lo ocurrido. "Menos mal que no ha pasado nada, hubiéramos volado por los aires", dijo un abogado al saber que dos etarras habían sido detenidos junto a su despacho. Llegó a las 8.50 al edificio donde trabaja. "No vi nada, no había nadie. Entré sin más. Y de pronto, una hora después, nos dicen primero que no salgamos, luego que tenemos que irnos porque hay explosivos. La calle estaba tomada, el tráfico cortado. Daba la impresión de que efectivamente, si algo hubiera pasado, hubiéramos saltado por los aires", relató.

Lo mismo pensó Elena, cuya madre tiene un negocio en la finca en la que se encuentra el hostal Tartessos, donde se alojaron los etarras. "Estaba preocupada, no tenía información de nada. Lo importante es que los han detenido antes de que haya habido una tragedia", explicó. Y poco después de que ella tuviera algún detalle de la operación policial, llegaba una vecina que abandonó su casa muy temprano y se encontró la calle tomada por agentes. "¿Qué ha pasado?", preguntó. Los policías le dieron la explicación oportuna. Ella replicó: "Pero, ¿ustedes están seguros de que se han llevado las bombas?".

Miedo y alivio. Esas fueron las sensaciones que recorrieron a los afectados por el desalojo. Entre ellos, los trabajadores del Ayuntamiento de Valencia. "Un agente de paisano ha venido a decirnos simplemente que saliéramos despacio, que era conveniente abandonar el edificio", explicó uno de los desalojados. Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, reiteró varias veces en el lugar de la detención de los etarras "la fortuna de una operación que nos ha librado de una tragedia". Idénticas fueron las apreciaciones de Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana. También el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, expresó su felicitación a la labor de los efectivos policiales, que extendió a los agentes de la Policía Local que colaboraron en la detención.

Una vez pasado el miedo, llegaron las felicitaciones a los cuerpos y fuerzas de seguridad, y las condenas al terrorismo de los responsables políticos. El portavoz de la comisión ejecutiva del PSPV, Manuel Mata, señaló que hay que estar "orgullosos" de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pero señaló que "no es momento de bajar la guardia". Mata manifestó que la situación política nacional lleva a que los terroristas intenten acciones "a la desesperada y, desgraciadamente, la Comunidad Valenciana está siendo un objetivo prioritario".

La coordinadora de Esquerra Unida (EU), Glòria Marcos, celebró la detención en Valencia de dos presuntos miembros de ETA, y se mostró convencida de que con esta actuación "se ha evitado una salvajada". Y agregó: "Hiela la sangre pensar en lo que podía haber ocurrido y hemos de felicitar al Cuerpo Nacional de Policía por su actuación".

La banda terrorista ETA ha centrado sus acciones en la Comunidad Valenciana, desde que anunció en 1999 el fin de la tregua que mantenía a partir de septiembre de 1998, principalmente, en los meses de verano y ha tenido como objetivo zonas de interés turístico. La banda terrorista, desde el fin de la citada tregua ha organizado en la Comunidad Valenciana atentados en siete ocasiones, en su mayoría en zonas del litoral, en los que murieron dos personas y más de cincuenta resultaron heridas.