"La Constitución reconoce que hay que tener en cuenta la despoblación"
Lucía Gómez es alcaldesa socialista de Teruel, la capital de la única provincia de España que sigue huérfana de conexión directa por tren con Madrid; sin autovías, ni autopistas y con un índice de despoblación y envejecimiento que la convierten en un desierto. En la provincia sólo tres de sus 236 ayuntamientos, incluida la capital, superan los 5.000 habitantes. La perdida de población ha sido una sangría; el siglo pasado perdió el 40% y la recuperación es lenta. En 2000 un movimiento ciudadano paró la provincia para reivindicar su existencia.
"La Unión Europea estaba atascada en la Europa económica, ahora damos un salto y lo hacemos con un texto que reconoce valores y derechos y que no es sino la Europa de los ciudadanos y las regiones, pero de todas", recalca Gómez. Para la alcaldesa "Europa mira a la diversidad cultural que es también la diversidad social y económica de países y comunidades, de un territorio que tiene mas de 250 regiones y en esa Europa hay muchas diferencias a la hora de tener las mismas oportunidades".
"Teruel está en esa diversidad que reconoce las desventajas. Somos una provincia con carencias gravísimas, no tenemos población, somos una zona rural, despoblada y, lamentablemente, esto, ha jugado en contra nuestra. Aunque avanzamos. Recuperamos algo de población, gracias a los inmigrantes [un 0,5% en 2004] pero sigue siendo un crecimiento muy pequeño. Lo que nos ha ocurrido es lo mismo que a tantas regiones del interior de España, y no ha sido por ser menos inteligentes que otros, es que ser pocos nos ha quitado oportunidades".
La alcaldesa se muestra esperanzada con el Tratado. "Ahora se plantea el desarrollo armónico de las regiones y se hace atendiendo a parámetros que antes jugaban en contra nuestra. El nuevo articulado recoge, y reconoce, que para el desarrollo armonioso de la Unión hay que ayudar a las zonas con demografía escasa y hasta ahora, la despoblación no sólo ha sido un factor que no pesaba, es que ha jugado en contra nuestra. No sólo en contra de Teruel, hay países como Finlandia que tienen problemas parecidos. Ahora se intenta compensar y corregir estas desigualdades porque se presta un especial atención a estas zonas, y eso está en el Tratado".
La alcaldesa explica que la despoblación era un factor en contra para entrar en el Objetivo 1 a la hora de recibir fondos europeos. Pero además Gómez sabe que la nueva Europa incluye socios en peores condiciones de desarrollo, que hay que repartir fondos. Hasta ahora Teruel se beneficiaba de los comunitarios que llegarán a Aragón hasta 2006 y de ayudas especiales como las Miner o el Fondo Especial para Teruel.
"Muchos de estos países están peor que nosotros, pero el Tratado deja claro que las relaciones se basan en la solidaridad. Encontraremos regiones con zonas parecidas a las nuestras y es fundamental que lo sepamos, pero hay que equilibrar, porque también hay regiones mucho más ricas. Pese a todo, Teruel avanza, y en eso van a beneficiarnos los fondos estructurales, a nosotros y a esos países porque necesitamos ayuda de este tipo, apoyo y reconocimiento. El Tratado recoge lo que estaba en la voluntad de muchos pero ahora ya es cierto, está escrito".
El movimiento Teruel Existe, más presente en la capital y su entorno que en otras zonas de la provincia, no es tan optimista, sigue peleando porque la provincia no quede relegada y desconfía del nuevo Gobierno.
El desarrollo de las regiones menos favorecidas. Artículo III-220.
"(...) La Unión intentará reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las distintas regiones y el retraso de las menos favorecidas. (...)Prestará especial atención a las zonas rurales (...)[o] afectadas por una transición industrial"
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