Osuna defiende su participación en una empresa contratada por Zona Franca
El ex delegado afirma que su actuación supuso una garantía
El ex delegado especial del Estado en la Zona Franca de Cádiz Miguel Osuna, del PP, reconoció ayer que representó "temporalmente" a Miami Free Zone, una empresa a la que el recinto fiscal gaditano pagó 4,2 millones de euros por una red informática que no funcionó. Osuna defendió ayer la legalidad de todas sus actuaciones y que éstas fueron una garantía para el consorcio.
Osuna abrió una cuenta en una sucursal del BBVA en Cádiz a nombre de la sociedad de Florida para abonar el último pago del contrato, de 1,8 millones. Sólo el dirigente popular tenía autorización de la empresa norteamericana para operar con ese dinero. El ex delegado sostuvo que esta operación fue "legal" y permitió "garantizar" a la Zona Franca renegociar los servicios con Miami Free Zone e ingresar ayudas europeas y nacionales.
Osuna defendió que la Abogacía del Estado le recomendó, según asegura, no romper este contrato, que tildó ayer nuevamente de "muy malo y lesivo" para los intereses de la Zona Franca. El dirigente popular detalló que entonces se negó a mandar el último pago que formalmente debía enviar a esta sociedad de Florida. A cambio, depositó el dinero en una cuenta de la que sólo podía disponer él. "Gracias a eso", según Osuna, Rilco -filial de la Zona Franca- ingresó ayudas públicas de los Fondos Europeos y del Ministerio de Ciencia y Tecnología y pudo obligar a Miami Free Zone a subcontratar más de la mitad del contrato a la propia Zona Franca y a Abengoa. "En definitiva, esta empresa norteamericana no sólo no cobró más dinero sino que tuvo que devolver parte de las cantidades ingresadas al obligarles nosotros a subcontratarnos algunos trabajos", relató Osuna, quien subrayó la legalidad de esta actuación. "No sólo no tiene nada de delictivo, sino que además suponía una garantía adicional. Aparte de que yo era el único que podía autorizar que estos señores sacaran el dinero de España y no lo autoricé hasta que no devolvieron más de ese dinero a través de los subcontratos, lo que también les obligué es a que avalaran el total de la operación hasta un año después de la recepción de los trabajos", dijo.
Miguel Osuna advirtió de que está siendo "víctima" de una campaña de "acoso y difamación" por parte de Rafael Román, a quien acusó de "abusar de su condición de diputado y de la cobertura mediática que tiene" para atacarle personalmente. Así las cosas, negó que ocultara la irregularidades de Manuel Rodríguez de Castro y de que éstas continuaran durante su gestión.
"Si alguien sufrió lo que me dejó este señor fui yo. Rodríguez de Castro hizo cosas muy graves y no lo voy a negar, como nunca lo hice", afirmó Osuna, quien asegura que si no denunció antes públicamente la actuación de su antecesor fue, según explicó, por "prudencia" al estar en marcha investigaciones administrativas y del Tribunal de Cuentas.
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