La tierra basta
Josu Landa (Caracas, 1953), homónimo de otro poeta vasco, lleva tiempo publicando entre nosotros. Bassarai edita ahora Alisios, un libro de poemas convocados bajo el nombre de los vientos suaves, un canto a la existencia y al gozo, un grito -"La tierra basta"- para la plenitud, pero el autor necesita de la palabra poética que module esa sustancia para la recreación de lo sentido.
Desde el primer poema, La mesa servida, el poeta recrea un mundo de los sentidos, de las creaciones de las formas externas como un medio de comunicación de un sentido de la vida, pleno y reluciente.
La expresión de Landa tiende a la acumulación, al lenguaje religioso que oculta unas tremendas ganas de vivir, a los sinónimos, los discursos amplios, los juegos de palabras y las homonimias como formas de creación de la rápida sucesión de momentos dulces, con abundantes menciones a referencias míticas mexicanas. Es verdad que no está ausente la preocupación del tiempo presente: ese Kosovo, esa Ruanda.
Sin embargo, se afirma que la vida, en el fondo y en la superficie, es bella y merece la pena vivirse, con amplitud, aunque se sabe también que "habrá más espinas".
La sed perpetua de los sentidos ofrece una de las imágenes sobre las que girará la expresión poética del libro, que reclama una expresión de vida. Sabemos que la vida puede ser bella, pero que los momentos pueden ser tristes. Y en ese devenir se deshilvana la expresión de un mundo que se quiere hermano y hospitalario. Esa primera impresión mece el poemario en una expresión atenta ante la recreación de un mundo donde vivir significa ser.
Josu Landa: Alisios. Bassarai. Vitoria. 2004. 96 páginas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.