"Me encuentro espectacular"

Madrileño, madridista y mediático, Iker Casillas (1981) tiene unas condiciones que sólo reúne Raúl. Es fuente de puntos desde que debutó, en la temporada 1999-2000. Sin sus apariciones ante el Numancia, el Atlético y Osasuna, en el último mes de la Liga, el Madrid habría perdido el rastro al Barcelona. Su contrato vence en 2006. Tranquilo, sin quitarse nunca el chándal, el portero espera señales del club, que se ampara en el silencio institucional.

Pregunta. ¿Se siente más seguro con los cambios de Vanderlei Luxemburgo en el centro del campo?

Respuesta. No hay que olvidar a [José Antonio] Camacho ni a [Mariano] García Remón. Camacho dio un aire nuevo en la defensa. En el curso anterior habíamos recibido 54 goles, una barbaridad para el Madrid. Con Luxemburgo veo una continuidad. Pero el trabajo se llevó a cabo desde el principio de la campaña. No se puede comparar la Liga de Campeones con la Liga, pero creo que en la Liga [como el Barça, el Madrid ha recibido 17 tantos] somos el equipo menos goleado. Lo estamos haciendo bastante bien. Tanto en las jugadas a balón parado como en los demás aspectos. Hemos mejorado.

"Creo que soy valiente. Nadie me puede achacar que soy cobarde. Siempre he intentado dar la cara y, cuando peor he estado, no he tenido problemas"

"Camacho dio otro aire a la defensa. Con Luxemburgo veo continuidad. Pero el trabajo se hizo desde el principio. Con Samuel hemos recuperado agresividad"

P. ¿Tiene algo que ver Samuel?

R. Está claro que Samuel es un jugador tipo Hierro en cuanto al juego aéreo. Con Fernando teníamos un baluarte. Por arriba, prácticamente, todos los balones eran suyos. Y con Samuel hemos recuperado esa agresividad.

P. ¿Por qué momento profesional está pasando usted?

R. Desde el Mundial de 2002 me he sentido bien. En él me encontré otra vez con la ilusión de que valía para esto. Estoy muy a gusto conmigo mismo.

P. Cuando llegó al primer equipo blanco, pasó por una etapa de efervescencia en la que probablemente no se daría cuenta de muchas cosas. Luego, una segunda de asentamiento. Y ahora, la tercera. ¿Qué aspectos técnicos ha incorporado?

R. Aparte de ser bueno o malo, lo que he adquirido es la veteranía que da la experiencia de jugar. Cualquier crítica que sea mala no me afecta para nada. Hasta los 19 años, cuando comencé, estaba jugando y... ¡pues jugaba! Aprovechaba la oportunidad. Tenía la necesidad de hacerlo bien. Sobre todo, con la idea de ganarme una cesión a un equipo como el Valladolid o así. Hasta la temporada 2001-2002 no me dí cuenta de a qué estaba jugando ni dónde estaba realmente. Hasta el Mundial estaba en el Madrid, pero sin asumirlo.

P. En lo técnico, ¿en qué nota un salto?

R. No es que haya mejorado. Obviamente, las que son tus cualidades son tuyas y punto. En las prácticas de cada día las irás puliendo...

P. ¿Cuáles son esas cualidades?

R. ¡No! Todo, en general. A mí me han machacado con que tengo problemas en los balones aéreos o con que a lo peor no saco muy bien con el pie... Pero yo no tengo ningún problema. Ahí están las cosas. Cada día estás jugando y cada día la gente te ve y dice si mejoras o no. Yo no soy quién para analizarme. Yo me encuentro mucho mejor y espectacular. De lo que sí te das cuenta es de que has madurado internamente. Aprendes a estar en el partido, a estar concentrado, a tener una responsabilidad.

P. Se le encuentra más cómodo ante lo milagroso. Donde los porteros se derrumban, porque no hay manera, aparece usted, con esa facilidad para salir al escenario y protagonizar la gran historia.

R. Puede ser, pero porque creo que soy valiente. Nadie me puede achacar que soy cobarde. Siempre he intentado dar la cara y, cuando peor he estado, no he tenido problemas. El que no se arriesga no se va a equivocar nunca. Yo, como para esas cosas soy valiente, no tengo ningún problema.

P. Mentalmente, ¿es fuerte?

R. Sí. Aparte de que sea bueno o malo, salte más o menos, creo que eso es lo que me ha llevado a estar donde estoy ahora mismo. Si no fuese por la mentalidad, te vendrías abajo en muchos momentos de la vida.

P. ¿Nunca ha dudado?

R. Nunca. De pequeño, sabía que iba a llegar a jugar al fútbol. Era un sexto sentido. Por eso me he tomado las cosas con calma.

P. Usted llegó al primer equipo del Madrid, lleno de jugadores consagrados, con 18 años y para ocupar un puesto en el que se necesitaba a un veterano. ¿Se sintió solo?

R. Cuando llegas a un equipo en el que tus compañeros son Raúl, Hierro, Redondo, Sanchís... Está claro que es un cambio abismal. Sanchís podría haber sido mi padre. Y está claro que esa diferencia es difícil de asimilar. Realmente, no pintaba nada en ningún grupo. Quizá con Morientes, que me sacaba cuatro años; Helguera, Karanka, Salgado...

P. Técnicamente, ¿se siente el portero que fue en su barrio?

R. Sí, yo siempre he sido igual. Con una evolución.

P. Usted es aclamado. Pero da la sensación de que tiene un desafío con cierta gente que ha dudado. ¿Lo siente así?

R. Ahora mismo no tengo problemas con nadie. Acepto todas las críticas siempre que sean hechas con respeto. Yo jamás iré a dejar en ridículo a nadie. Por ejemplo, acepto que me digan que estuve mal en el gol del Barcelona, en el Camp Nou, por no haber hablado con Roberto [Carlos] y tal. Perfecto. Asumo mi error porque yo sé que me he equivocado. Otra cosa es que un día me llegue un compañero o alguien y me diga: "Te has comido el gol por esto y lo otro". Eso es lo que me da rabia. Porque yo sé que ha sido un fallo mío y no tienen que venir a decirme nada de esa manera.

P. ¿Se siente querido por el club?

R. Sí. Mis padres me han enseñado que, si no estoy a gusto con una amistad, no tengo que seguir hablando con ella. Si no estuviese a gusto, no seguiría aquí.

P. Sin embargo, siempre ha rondado el fantasma de que el Madrid va a fichar a Toldo, Buffon... Para un portero como usted, debe de ser un poco frustrante.

R. No. Estás en el Madrid y siempre van a hablar de grandes jugadores. Lo único que puedes hacer es hablar donde debes, en el terreno de juego.

P. ¿No le afecta el que desde el club no se le dé el estatus de superestrella?

R. No. El primero que reconoce que no es una superestrella soy yo. Yo soy de la cantera. Soy canterano y procanterano porque siempre que puedo defiendo a la gente de la cantera y ojalá estén jugando muchos de la cantera en el primer equipo. Son mis ideas. Yo me he criado aquí y sé lo que es estar todos los días panza arriba panza abajo, que tu padre te lleve... A Zidane y Ronaldo les habrá pasado lo mismo. Pero yo estoy en España, soy español y defenderé a los españoles

P. ¿Qué tiene Buffon que no tenga usted?

R. A lo mejor tengo yo más de lo que pueda tener él, o viceversa. Somos diferentes. Él tuvo una carrera parecida a la mía: debutó joven y fue pronto a la selección. Creo que huye de lo normal en cuanto a estos porteros locos que hay por ahí. Le conozco personalmente. Es majísimo. Buena gente.

P. Él es más alto. ¿Le condiciona la estatura?

R. Lo importante es que no entre la pelota, ya midas 1,80 o 1,92 [Casillas mide 1,85 metros].

P. ¿Ve a los porteros de la Liga española y saca conclusiones?

R. Lo que me gusta es que está saliendo gente joven. Hay chavales que están dando que hablar, como Reina, Valdés, Moyà, Aranzubia, Doblas... Y hasta hace poco eran todos extranjeros. A lo peor está mal que lo diga yo, pero, a raíz de jugar y dar un poco de confianza, quizá he abierto una puerta.

P. ¿Cómo se lleva con Florentino Pérez, su presidente?

R. Desde la Eurocopa de 2000, cuando estuvimos en Bélgica, siempre me he llevado bien con él.

P. ¿Cómo lleva el proceso de renovación?

R. Tranquilo. El club ha tomado una decisión acertada. No quiere que se especule ni se hable de esto. Así que hasta el final de temporada no quiere hablar. Siempre me he dicho: "Si el Madrid está contento contigo, te dirá: 'Oye, Iker, quiero renovarte'. Si no está contento, no te renovará". Solari dijo una cosa muy acertada: el silencio se puede interpretar de dos maneras. Yo soy jugador del Madrid hasta el 30 de junio de 2006 y me quiero quedar de por vida. Ojalá, porque tengo mi familia aquí, mis amigos son de aquí, mi pueblo es de Ávila...

P. Usted es probablemente el jugador más carismático de la selección española y es madrileño. ¿No le parece que no tiene sentido no seguir relacionado al Madrid?

R. Pero no puedo exigir nada a nadie. Es como cualquier trabajo.

P. ¿A qué atribuye este resurgimiento del equipo?

R. Todos estamos curados de espanto. Mandan los resultados.

P. ¿Por qué ese optimismo?

R. El optimismo te lo da el ganar partidos.

P. ¿Para usted el partido del Espanyol, que terminó con 4-0, pero le supuso un trabajo enorme, fue el ideal o el que teme más? ¿Disfruta con partidos como el del domingo pasado en El Sadar, contra Osasuna?

R. Hemos jugado partidos engañosos. Al Getafe, por ejemplo, le ganamos por 2-0, pero no fue quizá el que todos quieran recordar.

P. ¿Es vanidoso? ¿Hay que tener un punto de soberbia para ser portero?

R. ¡Nahhh!. Eso se lo dejo [risas] a Cañete

[Cañizares, del Valencia]. Creo que tienes que ser valiente y disfrutar.

P. ¿Qué delantero le gusta?

R. Por suerte, Ronaldo es mi compañero. Estar con él es impactante.

P. ¿Y Eto'o?

R. Le conozco de cuando estábamos en la cantera y no me esperaba que mejorase tanto, una barbaridad. Me alegro porque es amiguete. Pero yo no le veía para despuntar. En el Barça me ha sorprendido una barbaridad.

P. ¿Siente que el apoyo del Bernabéu le da poder?

R. Puede ser. Pero yo no he invitado al madridismo a tomar una Coca-Cola. Eso ocurre porque soy yo mismo. No oculto nada. No llevo máscara.

P. ¿Qué le pasó a Fernando Torres el día del Calderón?

R. Lo que quiero en mi equipo es un delantero que cree ocasiones. Y Torres creó cinco.