Los 500 habitantes de Sallent que sufren el hundimiento de sus pisos tendrán nuevas viviendas
La Generalitat ha propuesto crear 294 pisos nuevos de promoción pública en Sallent (Bages) para trasladar a los más de 500 vecinos que viven en los barrios de la Estació y de la Botjosa. El primero se hunde porque está construido sobre una antigua galería de la mina de potasa, de donde se extrajo mineral desde 1932 hasta 1974. En el barrio de la Botjosa viven unos 80 vecinos, pero las viviendas no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad, amenazadas por la constante salinización que les llega de la montaña de residuos de la mina de potassa y por un sinfín de problemas estructurales.
La zona propuesta se encuentra cerca de un pequeño río, el Cornet, pero que a veces ha provocado inundaciones en la zona, por lo que deberá superar la declaración de inundabilidad.
Los directores generales de Urbanismo, Joan Llort, y de Habitatge, Ricard Fernández, presentaron ayer las propuestas en una audiencia pública a la que asistieron más de 150 personas afectadas que llenaban completamente la biblioteca de la Casa Torres Amat. Joan Palau, del Servicio Geológico del Instituto Catalán de Cartografía, les expuso el resultado de los estudios realizados hasta la fecha.
El barrio de la Estació está afectado por un proceso de hundimiento continuado que en el punto de mayor incidencia supera los 2,5 centímetros cada año. Y el proceso, lejos de paralizarse, se ha acelerado en los últimos años, según explicó Palau a los vecinos. En lo que respecta a la habitabilidad, el barrio está sentenciado. No permite edificaciones. A pesar de los movimientos de asentamiento continuado (subsidencias) algunas casas unifamiliares de poca altura no notan los efectos porque las juntas entre ellas los amortiguan. En cambio, en los edificios de más altura y amplitud, el proceso parece implacable.
La propuesta de la Generalitat es construir viviendas en la zona donde actualmente se encuentran el campo de fútbol y varias pistas deportivas. En este espacio se propone edificar cinco torres de pisos de promoción pública y dos bloques, uno con 34 pisos y otro con 70. Las instalaciones deportivas se trasladarían más al norte, en una zona aún no urbana. Oriol Nel·lo, secretario de Planificación Territorial, que presidió la exposición, aseguró que la obligación primera del Gobierno catalán es garantizar la seguridad de los vecinos. Éstos, además, reclaman que se les indemnice con el valor patrimonial que tendrían sus casas según los precios de mercado si no estuviesen afectadas por el problema, ya que consideran que hay una responsabilidad en el proceso de hundimiento del barrio. Tanto Nel·lo como Fernández pospusieron la respuesta a esta reclamación vecinal hasta finales del mes de febrero.
Unos 80 vecinos del barrio de la Estació ya han sido trasladados porque sus construcciones se agrietaban de forma alarmante, los primeros hace más de tres años y los últimos el pasado mes de agosto
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