La Diputación de Cádiz retira por unanimidad la placa de oro al nadador paralímpico ex grapo
Sebastián Rodríguez Veloso recibió un homenaje de todos los grupos políticos en Vigo
La junta de portavoces de la Diputación de Cádiz aprobó ayer por unanimidad retirar la placa de oro de la provincia al nadador paralímpico y medallista en Atenas Sebastián Rodríguez Veloso, que cumplió condena hasta 1994 por su participación, como integrante de los GRAPO, en el asesinato del empresario sevillano Rafael Padura. En Vigo (Pontevedra), donde reside Rodríguez Veloso, todos los grupos políticos municipales le organizaron un homenaje a su regreso de Atenas por sus "méritos deportivos".
El presidente de la Diputación de Cádiz, el socialista Francisco González Cabaña, explicó que la revocación se ha decidido por "la falta de consenso social" de este reconocimiento, aunque pidió respeto para una persona que ha cumplido su condena y "ha pagado por los errores cometidos".
La elección de Rodríguez Veloso, condenado a 84 años de cárcel por participar en el asesinato del empresario Rafael Padura, había generado gran malestar entre las asociaciones de empresarios, que fueron las primeras en rechazar públicamente este nombramiento. La Confederación de Empresarios de Cádiz se felicitó ayer por la rectificación de una decisión "desacertada y dolorosa", que consideraban un "insulto" para la patronal.
El nadador era reconocido por sus méritos deportivos junto con el resto de deportistas de la provincia que habían conseguido metal en la última cita olímpica de Atenas. Rodríguez Veloso ganó tres medallas de oro, dos menos que en los 11º Juegos Paralímpicos de Sydney. El deportista dijo que renunciaba a la distinción al conocer la polémica.
El presidente de la Diputación recordó que la propuesta de reconocimiento a los medallistas se tomó por unanimidad, pero aclaró que el rechazo social y las críticas hicieron necesario reconsiderar la postura. "Lo hacemos desde el respeto que se merece esta persona, que pudo cometer errores en el pasado, pero que los ha pagado", dijo.
La vuelta del pasado
El 30 octubre de 2000, recién clausurados los 11º Juegos Paralímpicos, Sebastián Rodríguez Veloso Chano dormía satisfecho en Sydney, posiblemente arropado con las cinco medallas de oro que había conseguido en natación, cuando una llamada telefónica le reveló que el pasado le había alcanzado. El secreto del héroe en silla de ruedas iba a salir en los titulares: el atleta más galardonado de la historia del deporte español había salido de la cárcel seis años antes después de cumplir condena por participar en delitos de sangre como miembro de los GRAPO. "No quiero hablar de eso ahora, y menos por teléfono. Lo puedo discutir personalmente cuando llegue a Vigo, pero ahora sólo me interesa el deporte", se limitó a decir, ya completamente desvelado.
En realidad, el secreto no era tal. El pasado de Chano no era del dominio público pero sí era conocido por mucha gente en Vigo, la ciudad a la que llegó a los pocos meses de nacer y en la que se formó en todos los aspectos, desde el político al deportivo. Lo conocía tanto Santiago Domínguez Olveira, concejal del Bloque Nacionalista Galego, responsable del área municipal de Deportes, que le había concedido el año anterior una beca de 4.800 euros, como Pablo Beiro, un militante del PP que presidía la Asociación de Minusválidos Físicos de Vigo y movía los hilos del deporte para discapacitados en la ciudad gallega. Los dos defendieron con vehemencia el presente de Chano y calificaron de secundario el pasado.
"Yo nunca he ocultado mi pasado, y la gente que me conoce lo sabe, porque el pasado no su puede borrar, pero hoy lo principal es el deporte", dijo a su llegada al aeropuerto gallego desde Sydney. Desde entonces, ha seguido ganando medallas, como los tres oros y un bronce en los Paralímpicos de Atenas en diciembre pasado.
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