Las reglas del viento
La energía eólica podría llegar a cubrir el 20% del consumo nacional de electricidad
En 1983, cuando en España comenzó el aprovechamiento energético del viento a gran escala, la potencia eólica instalada en todo el país apenas alcanzaba los 0,055 megavatios. La práctica totalidad de los aerogeneradores que entonces aprovechaban este recurso inagotable se localizaba en el entorno del Estrecho de Gibraltar, con lo que Andalucía lideraba este sector de las energías limpias. Once años después, la potencia eólica nacional se ha multiplicado por 150.000 y ya rebasa los 8.000 megavatios, lo que, por vez primera, coloca a España como segunda potencia mundial en la generación de este tipo de energía, tan sólo superada por Alemania.
En este tránsito, sin embargo, Andalucía ha perdido la posición de cabeza, ya que los 346 megavatios que tiene instalados en su territorio apenas le permiten ocupar la séptima posición en el conjunto de las comunidades autónomas. Quienes ahora lideran la producción de electricidad a partir del viento son los gallegos (cerca de 2.000 megavatios instalados), seguidos a cierta distancia por los castellano-manchegos y castellano-leoneses (alrededor de 1.500 megavatios instalados en cada una de estas regiones).
En definitiva, el viento ha entrado a formar parte, con cierto peso específico, en el catálogo de recursos que se manejan para abastecer el insaciable mercado de la electricidad, que en sólo seis años (1998-2004) ha experimentado en España más de un 38% de crecimiento en la demanda. El pasado año se consumieron en todo el país cerca de 240.000 gigavatios/hora, de los que un 5,4 por ciento procedían de parques eólicos, porcentaje que, advierten los especialistas, seguirá creciendo a buen ritmo.
De los 8.000 megavatios eólicos actuales podría pasarse, según las previsiones del Gobierno central, a unos 13.000 megavatios en el horizonte del año 2011, cifra que en algunos círculos se considera límite, ya que por encima de ella podría generarse una cierta inestabilidad en la red de transporte de electricidad. Dicha inestabilidad estaría originada por la propia naturaleza de la materia prima que aprovechan los parques eólicos, ya que el viento no sopla de manera uniforme y constante.
Desde Ecologistas en Acción, colectivo que defiende el desarrollo de estas y otras fuentes de energía renovables, se discute el rigor de esa cifra límite, ya que "responde más a determinados intereses, ajenos a cuestiones técnicas, que a la propia realidad". De hecho, aseguran, "el Ministerio de Industria está estudiando actualmente el permitir que se alcancen los 20.000 megavatios". Pero incluso esta potencia podría rebasarse, y de hecho las previsiones de los ecologistas, razonadas en un completo estudio que acaban de publicar, se sitúan, en torno al año 2012, por encima de los 21.000 megavatios, suficientes para cubrir el 19% de la electricidad consumida el pasado año.
Para satisfacer estas expectativas, Ecologistas en Acción propone diferentes medidas, ordenadas en un ambicioso plan de desarrollo. En primer lugar habría que ejecutar todos aquellos parques eólicos ya proyectados que cuentan con la correspondiente declaración de impacto ambiental positiva y que, sin embargo, no terminan de entrar en funcionamiento porque están a expensas de la autorización municipal o de que se les conceda la correspondiente evacuación de la electricidad que generen. La potencia de dichas infraestructuras suma alrededor de 2.000 megavatios.
También deberían optimizarse los parques ya existentes, incrementando la potencia instalada y aprovechando así un recurso que ya está bien localizado. Este capítulo supondría una aportación aproximada de 1.200 megavatios.
En tercer lugar los ecologistas proponen "repotenciar" los parques más antiguos, es decir, "sustituir los molinos instalados por máquinas más modernas, capaces de obtener mayor rendimiento". De llevarse a cabo esta modificación podrían obtenerse unos 2.300 megavatios adicionales.
Las unidades que se retiraran para ser sustituidas por equipos más modernos podrían reutilizarse en puertos comerciales y deportivos, donde el viento suele estar presente con cierta intensidad, aunque no llegue a alcanzar los niveles de las mejores ubicaciones. En este caso, además, no habría que lamentar un impacto estético o ambiental de mucha envergadura, puesto que las zonas portuarias tienen un marcado carácter industrial. En estos emplazamientos podrían obtenerse unos 800 megavatios.
La suma de Ecologistas en Acción se cierra con los parques eólicos de nuevo diseño, en donde sí habría que extremar las cautelas para evitar daños en el medio ambiente, alteraciones paisajísticas o molestias a las poblaciones cercanas. Un crecimiento razonable en este apartado lo cifran en unos 1.000 megavatios/año.
sandoval@arrakis.es
Molinos de bolsillo
El aprovechamiento energético del viento no tiene por qué estar reservado a los grandes parques eólicos. También a escala doméstica pueden obtenerse interesantes rendimientos de este recurso. De hecho, y como se recuerda en el documento de Ecologistas en Acción, el Plan de Fomento de las Energías Renovables en España, aprobado en 1999, "contemplaba demandas de potencia interesantes tanto en el rango de los aerogeneradores de muy baja potencia, inferior a 10 kilovatios, como en los de baja potencia, situados entre los 10 y los 100 kilovatios". En el primer caso se trataría de equipos destinados a particulares, mientras que los segundos podrían resultar interesantes para pequeñas y medianas empresas, además de comunidades de vecinos.
Estos pequeños aerogeneradores ya están disponibles en el mercado español, fabricados por la industria nacional, aunque la escasa demanda que registran hace que la mayor parte de la producción se destine a las exportaciones.
Si a estos pequeños equipos, razonan los ecologistas, "se les aplicaran las mismas condiciones que a la energía solar fotovoltaica, que recibe diferentes subvenciones, la instalación se amortizaría en tan sólo dos años de funcionamiento". Este tipo de ayudas, advierten, ya funcionan en Andalucía a través del programa Prosol, una iniciativa de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa (http://www.sodean.es/prosol/).
Particularmente interesante sería la instalación de estos pequeños aerogeneradores en los polígonos industriales, donde podrían contribuir a una apreciable reducción en el consumo de energía eléctrica procedente de fuentes no renovables.
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