Cárcel para Hoyzer
El árbitro alemán acusado de estafa por amañar partidos ingresa en prisión porque el tribunal teme que se fugue
El tribunal de primera instancia del distrito de Tiergarten en Berlín emitió ayer orden de arresto contra Robert Hoyzer, de 29 años, el árbitro sospechoso de haber manipulado partidos de fútbol en provecho de una banda croata para ganar en las apuestas. La jueza de instrucción del sumario ordenó la detención de Hoyzer ante el temor de que se diera a la fuga.
Contra el árbitro pesa una acusación por estafa en ocho casos, con el agravante de participación de una banda organizada para delinquir. Según un portavoz de la fiscalía, a Hoyzer le puede corresponder "una pena considerable de cárcel". El abogado del árbitro declaró que apelaría contra la orden y esperaba obtener la libertad del detenido ayer.
El escándalo de los sobornos en el fútbol alemán alcanzó una nueva dimensión con el encarcelamiento del árbitro Hoyzer y la decisión federativa de suspender al árbitro de la primera Bundesliga Torsten Koop, de 39 años, por no haber denunciado lo que sabía de las manipulaciones de su colega. Cuando más se revuelve en la ciénaga, más implicados aparecen en el escándalo de los sobornos. Hoyzer había salido a la luz pública los últimos días y llevaba camino de convertirse en una estrella mediática tras su presencia en entrevistas de televisión y en la prensa, previo pago de honorarios, que ahora confiscará el tribunal para hacer frente a posibles responsabilidades pecuniarias del árbitro.
Hasta ahora Hoyzer reconoció haber recibido 67.000 euros por manipular al menos cuatro partidos. Según se desprende de sus declaraciones, que a cuentagotas publican diversos medios, su papel, además de manipulador directo, era el de intermediario encargado por los hermanos croatas de contactar posibles árbitros dispuestos a dejarse corromper. Al parecer Hoyzer tenía prometido un honorario de 10.000 euros por conseguir la complicidad de un árbitro de la Bundesliga y 5.000 por uno de la Segunda. Hoyzer declaró haber entregado en persona 6.000 euros al árbitro Dominik Marks, de 29 años, en la cocina de su domicilio y en nombre de los hermanos croatas que apostaban sobre partidos manipulados y ganaron elevadas sumas de dinero. Los tres hermanos Milan, Ante y Filip Sapina, ahora en la cárcel de Moabit, regentan el Café King en el barrio de Wilmersdorf, en pleno centro de Berlín oeste, local frecuentado por varios de los futbolistas y árbitros involucrados en el escándalo.
La corrupción podría alcanzar dimensiones europeas. Según declaraciones de Hoyzer, se manipuló un partido de la Copa de la UEFA entre el Panaionos y el Dínamo de Tiflis que el 1 de diciembre de 2004 concluyó con el resultado de 5-2 a favor de los griegos. La apuesta consistía en que un equipo iría por delante antes del descanso, pero el otro ganaría al final.
Al mismo tiempo, la Federación Alemana de Futbol llegó a un acuerdo con el Hamburgo para solucionar el caso del partido de Copa perdido contra el equipo de Segunda B Padernborn, manipulado por Hoyzer. El Hamburgo cayó por dos penaltis inventados y la expulsión de un delantero. El Hamburgo renunció a la repetición del partido a cambio de una suma estimada en dos millones de euros, 500.000 en efectivo y el resto al percibir la recaudación de un partido que jugará la selección alemana en la ciudad hanseática contra China o Japón.
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