Ssangyoung Rexton 270

Un todoterreno de línea vanguardista que sorprende. Tiene un frontal con carácter, un lateral sólido y un portón trasero inclinado hacia delante que aligera su figura. Además lleva los parachoques en el color de la carrocería y aporta una imagen estilizada y poderosa que le sitúa entre los 4×4 más modernos y llamativos.

Conducción: 45 puntos (2º)

Éste es el punto débil del Rexton frente al Terracan. Su motor 2.7 turbodiésel, de origen Mercedes, es menos elástico por debajo de 2.000 vueltas; responde con menos fuerza, tanto en ciudad como en carretera y campo, y exige reducir más a menudo. Después sube de régimen con más alegría y una vez lanzado alcanza una velocidad superior. Pero le cuesta más recuperarse en las subidas y tiene un cambio más impreciso y unos mandos más duros que penalizan la calidad de conducción.

El Rexton ofrece una estabilidad superior en carretera y está mejor dotado para viajar:

obedece al volante con más precisión, da más sensación de aplomo y acusa menos las inercias y balanceos de carrocería en las curvas. Los frenos paran bien el peso y viene de serie con ESP, que emite un pitido de aviso cuando actúa y ayuda a salir de los apuros.

El sistema de tracción 4×4 permanente es similar al del Terracan. Normalmente circula transmitiendo la potencia a las ruedas traseras para ahorrar combustible y reducir la sonoridad mecánica, pero varía el reparto al detectar pérdidas de adherencia. Además, aunque no es un todoterreno puro de campo, incluye la reductora (conectable en parado) y se defiende bien en las zonas difíciles. Los límites los marca la altura al suelo (20 centímetros) y se alcanzan antes que en su rival. Pero sube bien las pendientes pronunciadas y absorbe con solidez los baches en las pistas más deterioradas.

Vida a bordo: 45 puntos (1º)

Su mayor tamaño (4,72 metros) aporta al Rexton un interior más amplio que puede incluir hasta siete asientos en tres filas (2+3+2) -la última es opcional (600 euros)- y aumenta su versatilidad en el uso familiar. Las plazas delanteras son correctas y los asientos sujetan mejor. Atrás también es más ancho y ofrece algo más de espacio para las piernas, pero sobre todo tiene un acceso más cómodo e incluye unos respaldos posteriores muy prácticos que se regulan en inclinación y también se pliegan por partes para ampliar un maletero ya de por sí enorme. Cuenta con buenos huecos para objetos y con soluciones originales, como una red para mapas a los pies del copiloto y un bolsillo para el teléfono en el lateral del asiento, que se completan con bandejas más grandes y hueco para botellas en las puertas delanteras, dos posavasos, repisa y apoyabrazos con cofre junto al freno de mano, portagafas en el techo, bolsas en los respaldos y puertas traseras, y dos posavasos desplegables atrás.

El diseño interior resulta más moderno y sofisticado, con plásticos y materiales más vistosos y un ambiente más elaborado y aparente. Pero los adornos imitando madera son pobres, y sobre todo los ajustes entre las piezas están poco cuidados. Y aunque la mecánica es más silenciosa en carretera, el motor se oye más en ciudad y acusa los ruidos aerodinámicos.

Seguridad: 15 puntos (1º)

Es uno de los pocos todoterrenos con ESP de serie. Además incluye cuatro airbags, ABS, tracción 4×4 y un comportamiento más eficaz, sobre todo en carretera.

Economía: 27 puntos (1º)

Cuesta 33.650 euros (2.200 más) y, aparte de un equipo de seguridad superior, incluye conexión automática de faros y retrovisores plegables eléctricos, que justifican la diferencia; climatizador, tapicería de cuero y tres años de garantía, como el Hyundai. Además ha gastado dos litros menos que éste en la prueba: ocho a ritmos tranquilos, menos de 10 estirando las marchas y 11 en ciudad y campo.