Prisión para dos marroquíes por ayudar a los autores de la matanza de Madrid

El juez central número 6 de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, decretó ayer prisión sin fianza para Rachid Bendouda, alias Rachid El Gordo, y Rachid Mohamed Kaddur, por su presunta colaboración con la organización terrorista islámica que cometió los atentados del 11-M, a tenor de los informes policiales que les señalan como "estrechamente vinculados" a los autores de la matanza.

Según dichos informes, un confidente policial declaró que Rachid Bendouda y Rachid Kaddur se reunieron el 10 de marzo de 2004, la víspera de los atentados, con Abdennabi Kounja, uno de los autores de la matanza que posteriormente se suicidó en el piso de Leganés (Madrid).

En un sumario instruido por el juez Baltasar Garzón, Rachid el Gordo era el medio de contactar con el presunto responsable de Al Qaeda en España, Abu Dadah y el Grupo de Lavapiés y estaba vinculado estrechamente a Jamal Zougham, uno de los presuntos autores de la colocación de los explosivos en los trenes. Durante su interrogatorio, Bendouda alegó que el 10 de marzo se encontraba en China, lo que parecen avalar billetes de avión y facturas de hotel encontrados en su domicilio. Para los investigadores, eso sólo probaría que en la fecha de los atentados no estuvo en Madrid, "pero eso no descarta su colaboración en los atentados".

Respecto a Rachid Kaddur, el juez considera indicio suficiente de que intentaba huir de España el hecho de que fue detenido en la ciudad autónoma de Melilla cuando intentaba pasar la frontera con Marruecos con 16.000 euros escondidos en su coche y llevaba un recorte de prensa que daba cuenta de la detención de Bendouda.