"¡Xavi, se marcan solos!"

"¡Xavi!", gritó Luis; "¡se marcan solos!". La retransmisión televisiva, con sus múltiples y sensibles micrófonos distribuidos por todo el campo, captó la esencia de un partido exótico. La voz del seleccionador, Luis Aragonés, fue capturada mientras animaba a los jugadores españoles desde la banda no a ser rigurosos, como ocurre normalmente, sino a olvidarse de defender.

Con un "¡se marcan solos!" recordó el seleccionador a Xavi, en el primer tiempo, que no era importante guardar la disciplina táctica. Ayer, ante Albani, Selva y Gasperoni, no había que temer contragolpes letales. Lo que había que hacer era mejorar la diferencia de goles en el grupo de clasificación. Un casillero, el del gol average de España, que hasta ayer permaneció más o menos raquítico, con tres tantos en tres partidos.

La visita de San Marino -última del Grupo 7- a Almería proporcionó a España una ocasión perfecta para meter goles y mejorar un aspecto que, a la postre, puede resultar decisivo en la competiencia con Serbia (10 goles a favor) y Lituania (seis tantos en su haber).

Serbia, que ya se enfrentó dos veces a San Marino (0-3 como visitante y 5-0 en Belgrado), es, con un partido más, el líder del grupo y la principal referencia para España. En función de los goles que le hizo Serbia a San Marino en Belgrado (5), España se propuso ayer conseguir seis para mejorar frente a su rival directo. No fue posible. El 9-0 que logró España ante el mismo rival, en 1999, se quedó ayer en utopía.

Ante el listón de los seis goles serbios, el líder de la defensa de San Marino, Della Valle, resultó un obstáculo infranqueable para los españoles. Con aire rabioso, Luis Aragonés no se concedió un festejo. "¡Más!", gritaba desde la banda, cada vez que marcaba uno de los suyos. "¡Más!", bramó, tras el gol de Guti (4-0).