Poderes mentales: ¿telequinesia y videojuegos?

Juegos de acción en tercera persona hay a porrillo, pero que mezclen acción y poderes mentales ya hay menos. Y es que Free Radical Design ha apostado por introducir algo tan poco habitual en el ocio electrónico, como los poderes mentales, para crear Second Sight.

La historia arranca del angustioso despertar del protagonista, John Vattic, que no sabe quién es. Sus recuerdos se han esfumado y por ende descubre que es capaz de mover objetos solamente con pensar en ello. Su malestar crece y decide escaparse del hospital, donde está ingresado, para recobrar su pasado.

Los creadores del juego han utilizado bien recurrentes escenas retrospectivas que a la vez son fases de entrenamiento para aprender a esconderse, disparar o escalar paredes.

Es muy importante practicar la infiltración con acciones como agacharse para deslizarse por una pared hasta una esquina, echar un vistazo para asegurarse de que no hay nadie en el pasillo contiguo y acabar con el guarda en caso necesario.

Vattic va tomando conciencia de sus poderes a medida que avanza la historia. Además de la telequinesia para mover objetos y personas, para luego estamparlos contra la pared, también poseerá el poder que le permitirá regenerar su propia salud, así como el de la proyección, con el que poseerá a otros personajes.

También son bastante útiles la descarga física, una potente ola de destrucción y la confusión para alterar la mente de los enemigos.

La pega del juego Second Sight es que, aunque se puede utilizar el sigilo para pasar las fases, resulta menos complicado acabar con los enemigos a diestro y siniestro, lo que anula el componente estratégico..