Guinea-Conakry aborta la partida hacia Canarias de otro barco con 200 personas
Tres jueces asumirán los expedientes de los 227 náufragos rescatados el sábado en Tenerife
Autoridades policiales y gubernamentales de Guinea-Conakry abortaron hace cinco días la partida de un barco pesquero con unos 200 inmigrantes subsaharianos a bordo, cuya intención era alcanzar alguna de las islas Canarias en las semanas posteriores. Unas horas antes de que el barco zarpara, los inmigrantes fueron desembarcados de nuevo y repatriados a sus países de origen, la tripulación detenida y el pesquero requisado e inmovilizado, según confirmó ayer el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura Clavell.
Desde hace meses, las fuerzas de seguridad españolas y de varios países africanos han aumentado la vigilancia ante las sospechas de que zarpen rumbo a Canarias algunos de los centenares de buques destartalados y abandonados, pertenecientes a las antiguas flotas pesqueras de la ex Unión Soviética, Corea y China. Hoy, esas bañeras flotantes se apostan en las dársenas de puertos o se reparan en las desembocaduras de ríos de la decena de países que se extienden por el Golfo de Guinea, desde Camerún y Nigeria en el sur hasta Gambia y Senegal en el norte. Fruto de esta colaboración ya se han detenido algunos barcos momentos antes de zarpar, como el Hollgan Star (el 15 de agosto de 2004) y otros en diciembre pasado.
El pequeño cascarón de 25 metros Ice D-Olomne, en el que el sábado llegaron a Tenerife 227 subsaharianos, descansaba ayer en el dique del Este del puerto de Santa Cruz de Tenerife a la espera de que un juez decida su destino. Su aspecto abandonado, sucio, oxidado, escorado a babor, apenas dejaba libre algo del verde con que una vez fue pintado su casco. José Segura Clavell, que el sábado coordinó las labores de salvamento a bordo de una patrullera de la Guardia Civil, "sin que se produjera ni el más mínimo incidente", consideró "muy probable" que este pesquero también hubiera hecho una ruta por distintos puertos africanos en su periplo hacia Canarias. "De ahí", explicó, "que algunos de los náufragos comentaran que llevaban más de un mes navegando y otros aseguren haber partido de Costa de Marfil el pasado 6 de enero".
Tres jueces asumirán a partir de hoy, lunes, la apertura de expedientes de expulsión y emitirán órdenes de ingreso en el centro de internamiento de extranjeros de Hoya Fría. Para este trabajo, ayer se habilitaba y equipaba con ordenadores y mesas la tercera planta del cuartel abandonado de Las Raíces (en el municipio de La Laguna), donde descansaron los 227 inmigrantes. Durante la primera noche sólo ingirieron agua, zumos de frutas y algunos bocadillos de jamón y queso, al considerar los médicos que, tras varios días sin ingerir sólidos, la recuperación debería ser progresiva. Sólo uno de ellos no toleró ni siquiera esta dieta suave y vomitó durante toda la noche. De los 11 ingresados en dos hospitales, dos están recuperándose de un proceso de deshidratación. Ayer, el servicio de catering de la prisión Tenerife II les preparó su primera comida caliente en semanas, dado que durante la travesía aseguran haberse alimentado de conservas y, en los últimos 20 días, sólo a base de agua, azúcar y caramelos, informó Jairo Gozalo, vicepresidente provincial de Cruz Roja. Las instalaciones permanecen custodiadas por efectivos del Ejército de Tierra y del Cuerpo Nacional de Policía.
Este antiguo cuartel, que en su día fue candidato a convertirse en centro de internamiento de extranjeros, quedó equipado gracias a las camas plegables suministradas por Cruz Roja, colchones del Ejército y mantas aportadas por ambas instituciones. Algunos hoteles del sur de Tenerife han aportado toallas y la comida la ha asumido el catering que suministra a la prisión Tenerife II. El Ejército instalaba anoche unas duchas de campaña y los voluntarios de la ONG ya tenían dispuestos kits de higiene personal suficientes, mientras Cáritas ha entregado ropa para facilitarles una muda. "Nuestra misión más inmediata es ofrecerles apoyo psicológico", explica Gozalo. "Llegaron muy mal, vivieron situaciones de pánico y ahora están temerosos de contar algo que ponga sus vidas en peligro; nos hemos limitado a darles mucho apoyo, reafirmarles como personas y no como mercancía y a aclararles que están en España y que no son criminales". Como curiosidad, muchos identificaban antes el nombre de Las Palmas que el de España o Canarias.
Sin dinero, ni documentación, ni papeles, muchos gesticulan, porque dicen no hablar francés, inglés o árabe. Por el momento, las primeras investigaciones apuntan a que proceden de 14 nacionalidades: Costa de Marfil, Guinea, Yemen, Ghana, Gambia, Guinea-Conakry, Guinea Bissau, Liberia, Angola, Senegal, Kenia, Sierra Leona, Mali y Congo.
Búsqueda de los patrones
La Policía Judicial de la Guardia Civil continúa la búsqueda de los dos patrones que abandonaron a 227 subsaharianos a menos de 500 metros de la orilla del sur de Tenerife. Los agentes esperan el resultado de las primeras declaraciones de los náufragos, ya que, hasta ayer, sólo se contaba con la pista de que eran de raza blanca. El cruce de estas declaraciones podrá aportar detalles sobre la lengua que hablaban, quizás su nacionalidad, rasgos físicos que aporten elementos suficientes para dibujar un perfil de estas personas.
Los dos hombres abandonaron el barco poco antes de las cinco de la mañana. Según los testimonios de los subsaharianos, los dos hombres se marcharon con la excusa de buscar ayuda para reparar una avería en el motor, aunque éste funcionaba perfectamente. Antes de saltar a una zódiac gris de plástico, enredaron unos cables a la hélice del barco para impedir que siguiera navegando, informó el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura.
La prisa de éstos por alcanzar la costa provocó que el motor de la embarcación neumática chocara contra el fondo rocoso a pocos metros de la costa y se hundiera, lo que les obligó a dejar el bote abandonado en una cala pedregosa conocida como Samosa, en la localidad del Porís de Abona (al sureste de Tenerife).
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