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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES | La lucha contra el tráfico de 'sin papeles'

Llegan a Fuerteventura dos pateras con 54 inmigrantes

Agentes de la Guardia Civil y personal de Salvamento Marítimo interceptaron ayer en aguas de Fuerteventura dos pequeños botes de madera con 22 y 32 inmigrantes subsaharianos a bordo. La primera embarcación fue localizada a las tres de la tarde. Un barco de Salvamento Marítimo interceptó su rumbo y procedió al rescate de sus ocupantes en alta mar sin mayores incidentes. Cuando llegaron a las 16.15 al muelle de Gran Tarajal (en el municipio de Tuineje, al sureste de la isla), los inmigrantes fueron atendidos por personal y voluntarios de la Cruz Roja, que les suministraron ropa seca y los atendieron de hipotermia leve, aunque su estado de salud general era bueno, informó Toni Morín, coordinador del dispositivo.

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Un segundo bote fue localizado por una patrullera de la Guardia Civil y sus 32 ocupantes rescatados también en alta mar. Cuando fueron desembarcados en Puerto del Rosario, los médicos de la Cruz Roja certificaron un buen estado de salud. Los 54 subsaharianos, todos hombres adultos, fueron conducidos por la Guardia Civil al centro de El Matorral, custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

La aparición de estos botes recupera el tráfico habitual de este tipo de embarcaciones hacia la isla de Fuerteventura, después de que el fenómeno se interrumpiera, coincidiendo con el despliegue militar de la Operación Guanarmete, por fuerzas aéreas y marítimas de España y Portugal, entre los días 17 al 27 de enero. Durante 15 días no llegó ni una sola embarcación a las islas, cuando los 100 kilómetros de mar que separan las costas canarias de las marroquíes y del Sáhara estuvieron rastreadas permanentemente por cuatro patrulleras, dos barcos de la Armada, dos helicópteros y un avión.

Manejar una patera

El año pasado, los responsables magrebíes de embarcar a los subsaharianos en pateras dejaron de viajar con ellos, disuadidos por el endurecimiento de las penas en España. Ahora, a pie de playa, preguntan quién del grupo sabe llevar un timón, le enseñan en un bidón cómo funciona el motor de 15 a 25 caballos con el número de serie borrado, le dan una brújula, le explican que no abandone el rumbo 300 a 340 Norte y que, en cuanto tengan cobertura, llamen al teléfono de emergencias 112 para que los rescaten.

Las barquillas parten desde al menos 10 puntos entre Tarfaya y Cabo Bojador: Amegriou, Blibilat, Laadiem, Dzira, Foum Oled, Tarouma, Zbara, Ferma. Si equivocan el rumbo están perdidos. Si se tratara de una travesía en línea recta, acabarían en Irlanda, pero la corriente del Atlántico fluye fuerte hacia el sur a razón de 1 a 2 nudos, por lo que la pequeña embarcación también es arrastrada. Cuando el motor responde, el cascarón aguanta el embate de las olas y el viento y sus asustados y mareados ocupantes achican más agua de la que entra, divisan la costa de Fuerteventura a las 16 a 30 horas de su partida.

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