Maragall afirma que el mapa geológico de la zona fue "incompleto"

En vista de lo sucedido en el Carmel, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, anunció ayer en el Parlament que las obras de los casi 70 kilómetros de túneles proyectados en el área de Barcelona, entre el metro y el tren de alta velocidad, se llevarán a cabo con medidas adicionales de seguridad. El presidente reconoció que el mapa geológico utilizado para las obras de la línea 5 del metro en las que se han producido los hundimientos "fue incompleto".

Además de anunciar en la sesión de control al Gobierno que se reducirán las voladuras "al mínimo imprescindible", Maragall afirmó: "Se utilizará la técnica de refuerzo máximo de la estructura [de los túneles] en muchos tramos en los que inicialmente no parecía necesario, y por descontado en todas las estaciones". Para la posible exigencia de responsabilidades, el presidente ha encargado al consejero de Justicia, Josep Maria Vallès, un estudio de los aspectos legales del derrumbamiento.

Los grupos parlamentarios ofrecieron al Gobierno catalán apoyo para hacer frente a la situación de emergencia que se vive en el barrio del Carmel. Tanto el líder de la oposición, Artur Mas (CiU), como el presidente de ERC, Josep Lluís Carod, advirtieron a Maragall, sin embargo, de que si bien ahora es momento de ser prudentes, después llegará la hora de identificar los errores y a sus autores y de asumir responsabilidades.

Mas: "No a la incompetencia"

Mas aseguró que en estos momentos CiU está dispuesta a ayudar, "pero no a amparar incompetencia". Calificó de "inadmisibles" situaciones como la ocasionada cuando se autorizó a unos vecinos a volver a sus casas, de las que pocas horas después tuvieron que ser desalojados a toda prisa. "Esto no se está gestionando bien", dijo.

Ante esta crítica, Maragall sostuvo que la Administración ha actuado desde el primer momento "con absoluta cordura" y plena "inteligencia de lo que estaba ocurriendo", y que "así se ha podido evitar lo peor: que hubiera víctimas o daños personales". Aprovechó la ocasión para destacar que estos mismos días se han producido otros accidentes con dramáticas consecuencias, en Lleida y Vilanova i la Geltrú (Garraf).

En respuesta al portavoz de Iniciativa Verds (ICV), Joan Boada, Maragall afirmó que la Generalitat se ha comprometido a dar no sólo apoyo moral a los afectados, sino también a "abonarles los gastos extraordinarios originados por el desalojo". Destacó que se ha atendido a los escolares, se han dado servicios sanitarios y sociales a los afectados y, junto con el Colegio de Abogados, se les ofrece apoyo jurídico gratuito. Maragall dijo, sin embargo, que este asesoramiento también persigue evitar que se produzca "un alud de ofertas desconsideradas o excesivas".

Maragall destacó el esfuerzo de "centenares de trabajadores públicos que llevan horas y días en vigilia" y asumió como lógico que los vecinos estén atemorizados e indignados por una situación cuyo dramatismo no quiso minimizar. "El Gobierno se comportará con dignidad y eficacia", aseguró.

La "comprensión" de CiU y la izquierda con el Gobierno en este asunto llevó al presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, a señalar que aquélla contrastaba "brutalmente" con la mostrada por estos mismos grupos hacia el Gobierno del PP en ocasión de los hundimientos, mucho menos graves, en la línea del AVE en Aragón.