De isla en isla, entre aclamaciones
El Festival de Música de Canarias se desarrolla fundamentalmente en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, pero tienen también un lugar al sol (este año más bien a la lluvia y el frío) las islas menores -Hierro, Gomera, La Palma, Fuerteventura, Lanzarote-, con unas giras de artistas ciertamente vocacionales que se prestan a actuar en pequeños teatros, casas de cultura o lo que haya más a mano. De isla en isla van, entre aclamaciones. Es el caso de la soprano chilena Cristina Gallardo-Domás (con Juan Francisco Parra al piano), el cuarteto de cuerda de Leipzig, la orquesta de cámara Franz Liszt de Budapest o el tenor grancanario Suso Mariategui (con el guitarrista argentino Carlos Wernicke). El festival propone y los correspondientes Cabildos distribuyen los lugares. Así, por ejemplo, en la isla de La Palma -"la isla bonita", como todos la llaman-, el cuarteto actuó en Santa Cruz, la soprano en El Paso y, anteayer, el tenor Suso Mariategui lo hizo en Los Llanos de Aridane. La iniciativa es, vaya por delante, espléndida.
De Monteverdi a los Beatles
Recital itinerante de canto con Suso Mariategui (tenor) y Carlos Wernicke (guitarra). XXI Festival de Música de Canarias. Casa de Cultura de Los Llanos de Aridane. San Miguel de La Palma, 30 de enero.
Los Llanos de Aridane se encuentra a 34 kilómetros de Santa Cruz de La Palma. La Casa de Cultura no es el espacio ideal para un tenor y un guitarrista, pero los asistentes -al menos un 90% alemanes- agradecieron tanto el recital que cabe hablar de "público soñado". Las autoridades locales brillaron por su ausencia. No se entiende.
Suso Mariategui y el guitarrista Carlos Wernicke (extraordinario, por cierto) plantearon un recorrido por la historia del canto desde Monteverdi a los Beatles, con parada y fonda en temas de Pergolesi, Mozart, Beethoven, Schubert, Mendelsshon, Fauré, Guastavino, Ginastera y John Lennon, entre otros. En las tres canciones seleccionadas de Federico García Lorca se rindió un emotivo homenaje a la soprano catalana recientemente fallecida Victoria de los Ángeles. Un detallazo.
La idea de este recital se inspira en una iniciativa de Cathy Berberian, esposa en su día del compositor Luciano Berio. Mariategui lo adapta a su manera, acomodando sus posibilidades vocales a un desarrollo didáctico. En semejante variedad de estilos, unas cosas salen mejor que otras, desde luego, pero la estructura e intencionalidad del programa son impecables. Mariategui es un cantante muy particular. Defendido siempre por el tenor Alfredo Kraus, ha escrito recientemente un libro de gran interés: Ciento seis reflexiones sobre la voz y el canto. En su gira canaria ha obtenido un reconocimiento importante. En concreto, en el recital de la isla de La Palma brilló especialmente en el repertorio hispano: Las morillas de Jaén, Los mozos de Monleón -con un imponente recitativo incluido-, de García Lorca; Moreno Torroba (una habanera y una canción de sabor flamenco, encontradas hace no mucho en Viena); Guastavino (Pueblito mi pueblo y Se equivocó la paloma); Ginastera (Canción al árbol del olvido). El público se dejó llevar por la simpatía del tenor, que comentó en alemán la mayoría de las canciones.
Le acompañó con delicadeza y creatividad el guitarrista Carlos Wernicke, un artista a tener en cuenta. En pleno desmelene de propinas, tenor y guitarrista brindaron un tango excepcional. No sé si estas experiencias son trasladables a las grandes ciudades, pero en las islas afortunadas tienen un sentido especial. El Festival de Música de Canarias se apunta con ello un tanto social y musical de envergadura.
Babelia
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