El Oporto despide a Víctor Fernández
El sustituto de Mourinho sólo aguanta seis meses en el club portugués
El Oporto, actual campeón portugués, europeo e Intercontinental, despidió ayer al entrenador Víctor Fernández. El español sale seis meses después de asumir el mando del equipo luso, aplastado por el pobre y tímido desempeño de los campeones portugueses desde el inicio de la temporada y por las duras criticas que le han dedicado los seguidores del Oporto. La gota que hizo desbordar el vaso fue la humillante derrota sufrida el pasado domingo en el Estadio del Dragón frente al Braga, por 1-3, tras 90 minutos de un partido considerado indigno de los conquistadores de tantos títulos de primera línea el curso época pasado, entre ellos la Liga de Campeones. El Braga no ganaba en Oporto desde hace 45 años.
El domingo, el Oporto perdió el primer lugar en la liga -que mantenía debido a los malos resultados de sus principales competidores- y el público no perdonó a Fernández. Los hinchas presentes en el Estadio empezaron a salir antes del final del partido, mientras la furiosa y poderosa hinchada Superdragões intentaba invadir el túnel de acceso al vestuario. La policía tuvo que intervenir para impedir la violencia contra jugadores y técnicos.
Pese al malestar manifestado por los hinchas, al mal desempeño del equipo y a los rumores que daban cuenta de que Fernández tenía problemas en relacionarse y en controlar a algunos de sus jugadores, el técnico español se mostró sorprendido con la decisión de la Administración del Oporto de cambiar de entrenador: "La verdad, es que no me lo podía imaginar. No me lo esperaba. Lo bueno es que no he sufrido, porque ha sido de repente. Íbamos líderes de la Liga hasta ayer y estábamos clasificados para octavos de final de la Liga de Campeones", declaró Fernández anoche en Oporto. "El Oporto es un equipo en construcción, totalmente renovado. Con todas estas premisas, la verdad es que la decisión ha sido extraña, sorprendente", añadió. Fernández se reunirá hoy con el presidente del Oporto, Jorge Nuno Pinto da Costa, para concretar su salida.
El español es el segundo entrenador destituido por el Oporto en lo que va de temporada. Aún antes del primer partido, el italiano Luigi Del Neri fue despedido por la Administración del club. Del Neri denunció que en el Oporto el entrenador no manda, porque los verdaderos dueños del equipo son algunos jugadores insubordinados que determinan quienes se queda al mando. Tras conquistar prácticamente todos los campeonatos en que participó en los últimos dos años, el Oporto es ahora un equipo errático, con dificultad en encontrar un rumbo, bien distante del grupo unido y determinado que entrenó José Mourinho, ahora en el Chelsea. Ni Del Neri ni Fernández han podido ocupar el vacío dejado por Mourinho. En el partido del último domingo, un cartel de un hincha pedía el regreso del técnico del Chelsea al Oporto, un claro síntoma de la imagen que tenía Fernández.
Algunas fuentes aseguran que varios casos de indisciplina de jugadores ocurridos en los últimos tiempos jamás podrían pasar en el tiempo de Mourinho y su fuerte carácter.
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