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Reportaje:

Víctimas de una manifestación

El PP de Madrid admite que la carta movilizando a sus afiliados fue un error, critica la ausencia de Peces-Barba y cree que Bono "sobreactuó"

El pasado 14 de enero, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del PP, Mariano Rajoy, acordaron buscar juntos consensos sobre el modelo territorial de España. Así sellaron en La Moncloa una paz que duró sólo ocho días.

El motivo de la ruptura fue una manifestación celebrada el sábado 22 de enero en Madrid, cuyo principal objetivo -reivindicar la "memoria, dignidad y justicia con las víctimas del terrorismo"- compartían el Gobierno y el PP. El desenlace de la marcha, que se presumía pacífica, situó al Ejecutivo socialista ante los insultos de numerosos manifestantes, mientras que los principales dirigentes del PP, excepto el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, eran aplaudidos y vitoreados.

El secretario general del PP de Madrid: "Al PSOE no se le puede imputar la excarcelación de etarras"
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A golpes de crispación

El ministro de Defensa, José Bono fue "zarandeado e increpado" por algunos manifestantes, según la investigación policial de los hechos. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, tuvo que escuchar gritos no previstos para ese tipo de manifestación, que se convirtieron en mayoritarios y recurrentes durante la marcha:

- "¡El 20 de febrero, no a Zapatero!".

- "¡Fuera Gobierno, asesino, fuera!".

- "¡No, no, no, Acebes no mintió!".

-"¡Peces-Barba dimisión!".

Bono también escuchó algunas descalificaciones:

- "¡Asesino! ¡Apóstata! ¡Defensor de maricones!".

Los que así se manifestaban en favor de las víctimas del terrorismo eran "personas mayores", según el relato de los policías presentes en la marcha.

Acudieron 35.000 personas. El único partido político que se afanó en movilizar a sus militantes fue el PP. El mismo día que Rajoy y Zapatero sellaban una paz efímera, Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid, decidía apoyar la manifestación de las víctimas y movilizar a sus afiliados. El secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, ordenó a sus colaboradores que enviasen mensajes a las agrupaciones de distritos y de municipios animando a acudir a la manifestación. Su responsable de distritos, un concejal llamado Ángel Garrido, hombre de confianza de Esperanza Aguirre, acató la orden redactando una carta en la que interpretaba a su modo el motivo de la manifestación: "No es otro que expresar la protesta de la ciudadanía por las excarcelaciones de asesinos etarras gracias al Código Penal que el Gobierno socialista aprobó y a su incapacidad actual para evitar su salida de las cárceles". Después de mentir, porque ni el propósito de la AVT, convocante de la manifestación, era el declarado por Garrido, ni la excarcelación de etarras se producía por el Código Penal de 1995, que eliminó las redenciones de penas, Garrido señalaba en su carta que, "siguiendo instrucciones" del secretario general del PP de Madrid, pedía salir a la calle contra el Gobierno socialista. El PSOE relacionó los intentos de agresión a Bono y los gritos al Gobierno con la misiva.

Ángel Acebes, secretario general del PP, respaldó a Garrido: "Apoyo los términos de la carta y añado: de 1982 a 1995 no ha habido ninguna reforma legislativa promovida por el Gobierno socialista para que cumplan íntegramente sus condenas los detenidos por terrorismo".

El secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, lo explica así: "Yo la carta la conocí por EL PAÍS. En esa carta no está el espíritu de la orden que di, que fue la de apoyar la manifestación sin más interpretaciones. Está claro que la excarcelación de etarras no es consecuencia del Código Penal de los socialistas, eso es un error de la carta. Aunque los socialistas no hicieron nada antes de 1995. Pero una cosa es que la carta se enviase a 20 presidentes de agrupaciones de distrito y otra cuestión es que esa carta sea el motivo por el que se grita contra el PSOE y contra el Gobierno". Y remacha: "En el episodio de la excarcelación de los etarras, y lo digo con claridad para que nadie se llame a engaño, al PSOE y al Gobierno no se le puede imputar nada".

Granados se queja de la detención de dos militantes de su partido por la policía - "es muy grave, se vulneran los derechos fundamentales y no me creo que haya sido una decisión policial, sino política"- y recuerda que ha acudido a muchas manifestaciones donde le han llamado "asesino" y no ha visto "nunca una detención". Además, asegura que Bono "sobreactuó" al denunciar que le habían agredido y que las protestas de los manifestantes se debieron "a la impresentable ausencia de Peces-Barba y al estado de opinión creado por los rumores que hablaban de los posibles contactos con ETA".

Dos momentos de la manifestación celebrada el 22 de enero, donde se puede ver al ministro José Bono increpado por algunas de las personas que lo rodean.
Dos momentos de la manifestación celebrada el 22 de enero, donde se puede ver al ministro José Bono increpado por algunas de las personas que lo rodean.EFE

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