Carles Alfaro dirige en el TNC 'Ròmul el Gran', de Dürrenmatt

"Una montaña rusa de géneros teatrales". Así es como el director valenciano Carles Alfaro define la obra de Friedrich Dürrenmatt Ròmul el Gran, que el próximo jueves se estrenará en la Sala Petita del Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Francesc Orella protagoniza esta historia punzante y metafórica sobre el uso del poder político que bascula del humor negro al drama y que cuenta además con otros 17 actores en el reparto. No es la única presencia animada sobre el escenario: en él conviven además una treintena larga de gallinas, que el extravagante emperador cuida con mimo.

Escrita en 1948, la obra es la tercera en la producción dramática del autor suizo (1921-1990). En ella, Dürrenmatt construye una ficción sobre la caída del Imperio romano a partir de la figura de su último emperador: en lugar de tomar las riendas del gobierno, su actitud es la de dejar de lado por completo sus funciones para propiciar su desmoronamiento. El traductor de la obra, Feliu Formosa, explica que Ròmul es en realidad un portavoz del dramaturgo, el canal del que se sirve para criticar cuestiones como la corrupción del poder o las tergiversaciones de la historia oficial. A su lado, el emperador tiene una esposa con la que ya no se entiende y que arde en deseos de ejercer como emperatriz, a una hija desubicada y a un buen grupo de personajes abrigados por la bandera del patriotismo.

La estética "de romanos" y la dialéctica "absolutamente contemporánea" marcan este espectáculo, una pieza "endiablada, diabólica", explica Alfaro. "La obra pasa por todos los géneros, tiene vodevil, momentos de Shakespeare, Strindberg, Chéjov...", dice el director. Y esta riqueza de tesituras ha dificultado el proceso creativo. "Es una de las obras más complicadas que he hecho, nos ha costado mucho encontrar el código".

Grotesco pero responsable

En el TNC, Alfaro se reencuentra con un actor al que ya dirigió en el aplaudido monólogo La caiguda, de Camus. Orella dice de Ròmul que es "un personaje muy estimulante, atractivo y lúcido" y destaca las múltiples dimensiones del emperador. "Inicialmente su actitud es grotesca, con réplicas muy graciosas, y luego le van saliendo los tics absolutistas. Es un hombre excesivo, visionario, y por tanto peligroso". El director ha querido potenciar la humanidad del protagonista y del resto de personajes, y en aras de esta lectura ha cambiado el final de la obra "sin tocar para nada el texto". Alfaro reconoce que es fácil sentir simpatía hacia el extravagante y lúcido emperador, "pero le hemos atribuido la absoluta responsabilidad de sus actos, que implican a mucha gente". El director reconoce en la obra la absoluta desconfianza de Dürrenmatt respecto a la acción humana: "Piensa que sólo la naturaleza puede reorientar ciertas conductas humanas". En el reparto de Ròmul el Gran participan, entre otros, los actores Teresa Vallicrosa, Eva de Luis, Quimet Pla y Carles Martínez. La obra se representará hasta el próximo 27 de marzo.