_
_
_
_
SOCAVÓN EN EL CARMEL

Haciendo amigos en el hotel

"No sabemos nada. Nos renuevan la tarjeta del hotel cada día. Esta noche nos quedamos. Ya veremos mañana". Las comodidades de un hotel de cuatro estrellas no hacen olvidar a Francisco los 180.000 euros gastados en los últimos tres años en reformar su casa. Los vecinos del Carmel desalojados alternan las visitas a sus viviendas (aquellos a los que les dejan) con los salones de los hoteles. Una reunión con los técnicos del Ayuntamiento rompe el sopor de la sobremesa. "¿Puedo recoger el coche del aparcamiento?". "El miércoles viajo a Londres, ¿puedo coger la maleta grande?". Los responsables del Ayuntamiento se esfuerzan en convencer a los vecinos de que sólo deben coger lo imprescindible. "Haced una lista ahora que estáis más tranquilos, porque una vez dentro, os podéis poner nerviosos y olvidar algo".

Mari Cruz, de 37 años, cita como única incomodidad el tener que vestir la misma ropa desde hace tres días. "Ni siquiera he podido recoger ropa para los niños. A mi Jonathan ya le he tenido que comprar un pantaloncito y dos calzoncillos. ¡Vaya tela!".

"Todos los trabajadores del hotel se portan muy bien con nosotros y nos dan ánimos", explica Teodora Izquierdo, de 77 años. Por suerte, llevaba consigo las recetas de antidepresivos y calmantes cuando la desalojaron. "Ya me he tomado tres tilas en el bar", dice.

En un hotel de la calle de Lepant permanecen los primeros que fueron desplazados. Algunos vieron el jueves en la televisión del establecimiento cómo habían quedado sus casas, las más cercanas a la zona cero, semiderruidas e inhabitables sine die. "Al principio teníamos esperanzas, pero cuando lo vimos por la tele...", dice María.

Los tres días de vida conjunta en los salones del hotel han reforzado los lazos de los vecinos.La casa de Ricardo carece de suelo. En previsión de que su estancia será larga, ya ha arrancado al Ayuntamiento la promesa de dinero para comer los fines de semana. "¿Sabes de algún otro hotel que cierre la cocina los fines de semana, como éste?".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_