Máximos
La reacción positiva de un buen número de valores del Ibex 35 ha permitido a la Bolsa española conseguir los niveles máximos de este año, en lo que parece ser un voluntarioso ejercicio de confianza que permita mantener la atención de los inversores a medio plazo.
El Ibex 35 terminó la sesión en 9.125,30 puntos, nuevo máximo anual, con una subida del 0,74%, muy superior a la media de los avances del resto de los mercados europeos. El índice general de la Bolsa de Madrid también conseguía nuevos máximos anuales con 972,88 y una subida diaria del 0,67%.
Una de las pocas explicaciones para este tirón del mercado español está en la liquidez del sistema y en la capacidad del mercado para asumirla, estrechez, según los más radicales. Junto a esa interpretación está la de los resultados empresariales que se empiezan a conocer y que, a falta de su adaptación a las nuevas normas internacionales de contabilidad, muestran un buen posicionamiento de las sociedades.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 3.324,20 millones de euros, pero las operaciones "abiertas" crecieron en casi 500 millones de euros respecto del día anterior, hasta alcanzar los 2,482,03 millones.
El dinero no cuenta en la actualidad con demasiadas alternativas y parece que su presencia en el mercado de renta variable va a ser creciente. Como contrapunto, la irregularidad de los indicadores económicos está planteando la paradoja de una economía que crece a empujones con unas empresas cuyos beneficios reflejan una salud económica envidiable.
Estados Unidos, el país con más alta producción de indicadores económicos, ofrecía ayer un buen ejemplo, con una fuerte subida de las peticiones semanales de subsidio de desempleo y un aumento de los pedidos de bienes duraderos en diciembre por debajo de las expectativas. La liquidez parece menor en aquel mercado y el índice Dow Jones perdía el 0,51% a media sesión, con lo que volvía a dejar atrás el nivel de los 10.500 puntos.
